El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) cumplirá mañana 133 años de fundación en medio de los constantes agravios y acusaciones entre sus principales autoridades, bajo la administración de un presidente calificado como “dictador” e imputado por el uso y la producción de documentos falsos para la rendición del uso del dinero público.
Bajo el mando de Efraín Alegre, las heridas provocadas por los principales sectores de la agrupación aún no logran cicatrizarse a pesar de los constantes pedidos de unidad elevados por los dirigentes azules.
El sector del Equipo Joven, liderado por el senador Blas Blano, mantiene su propia agenda lejos de las decisiones que pueden ser adoptadas por Alegre, quien incluso cuenta con un Directorio y un Tribunal Electoral Independiente (TEI) hechos a su medida.
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Alegre fue cuestionado desde el inicio de su administración no solo por su arrogancia o su falta de “tacto” en el manejo de los temas políticos que pueden llegar a afectar o favorecer a la nucleación, manteniendo un carácter autoritario comparado, según los propios azules que no comparten su visión, al del expresidente de la República Alfredo Stroessner, cuya figura incluso aborrece. Su actitud a la vez generó que varios legisladores y dirigentes que compartían en un inicio sus pensamientos, terminen por rechazarlo como por ejemplo, el senador y vicepresidente del PLRA, José “Pakova” Ledesma.
Las críticas también giran en torno a una gestión salpicada por hechos de corrupción y la poca transparencia en el manejo de los recursos del partido, que estaría a la vez en la banca rota, de acuerdo a una auditoría realizada por el sector llanista.