Víctor Cano Piris
Periodista
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El nuevo embajador de la República Argentina en Paraguay, Óscar Domingo Peppo, exgobernador de la provincia del Chaco, ingeniero hidráulico y civil, conocedor de la historia que une a nuestros pueblos y de las familias mixtas argentino-paraguayas, en una conversación amena y en exclusiva con La Nación, se refirió a las cuestiones que nos importan como países vecinos: Yacyretá, el Mercosur y la integración.
“Soy vecino de Paraguay, fui gobernador de la provincia del Chaco, frontera con Ñeembucú, hasta diciembre del 2019. El norte argentino está muy conectado a Asunción. La verdad que siempre tuve una estrecha relación con Paraguay. Debo decir que se miró con mucho agrado la presencia paraguaya que visita nuestra provincia. Además, son más de 1.000.000 de paraguayos diseminados en Argentina”, así inició la conversación con el embajador Domingo Peppo.
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-¿Cómo describe la relación actual entre Argentina y Paraguay?
Como embajador puedo decir que hoy la relación es excelente. Desde ya lo encabezan tanto mi presidente, Alberto Fernández, como el presidente de Paraguay, Mario Abdo. Tienen una relación personal y directa. Hoy en día los medios de comunicación han unido mucho más a nuestros mandatarios. El día que me presenté al presidente Abdo le comenté sobre la reunión previa con el presidente Fernández y los saludos de su parte. Y en especial comuniqué la intención de mi presidente de intensificar aún más la relación entre nuestros pueblos.
Argentina es para Paraguay su socio natural y viceversa. Existen diferencias naturales que se presentan en el bloque del Mercosur, pero jamás renunciamos al camino del diálogo y creemos que siempre será esa la salida. Buscaremos desde ese lugar el beneficio para nuestros pueblos. La relación es excelente, es fluida. Lo comercial, lo fluvial, lo energético, lo ambiental y la cooperación en materia de seguridad están presentes.
- ¿Cuál es la temperatura política en el Congreso argentino, para tratar las notas reversales de Yacyretá aprobadas por Paraguay?
Las notas reversales para mí son estratégicas, es importante acelerar el tratamiento de las mismas. Siempre los Congresos son soberanos en sus decisiones. Pero yo he tenido oportunidad de hablar con el secretario de Energía y el nuevo director argentino de Yacyretá y el director Duarte Frutos. Le hemos manifestado nuestro interés en el tratamiento de estas notas.
El proyecto lo tiene el presidente para ser enviado al Congreso. La última información con la que cuento es que el proyecto se encuentra en la Secretaría de la Presidencia para ser eventualmente enviado al Congreso. En senadores, el oficialismo tiene mayoría, digamos que es donde se trata y donde se deben aprobar las notas reversales. También estuve hablando con senadores de la oposición y ellos también apuntaban a que esto se ha cerrado.
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En mis charlas como político y gobernador con el sector parlamentario, veo que hay un consenso interesante en tratar y analizar, y yo diría que hasta de aprobar el mismo en función de lo que significa para Argentina, tanto del oficialismo como de la oposición. No olvidemos que este fue un anexo que firmaron los expresidentes Horacio Cartes y Mauricio Macri. Esto va a generar un antes y un después para el desarrollo de la potencialidad que tiene Yacyretá y el río Paraná.
Está Aña Cuá y la maquinación de la represa y las obras futuras como Itatí. Hay un potencial que amerita un cierre para atrás. Ya se tuvieron problemas y dificultades. Ahora en más, la idea es aumentar la producción de energía limpia y sana. Así como crear las condiciones de claridad que las cuentas financieras deben tener. Sobre Yacyretá hay que cerrar para atrás y actuar hacia adelante. Yo creo que en el Congreso hay buen ánimo. Pero todos sabemos cómo son las cosas en las cámaras legislativas. Hay que generar masa crítica, mayoría para poder lograr aprobación.
-¿Existen coincidencias entre los gobiernos de Alberto Fernández y Mario Abdo?
Yo creo que la primera coincidencia es una América Latina libre, que crezca, donde haya más igualdad, donde podamos erradicar la pobreza. Es el gran desafío que tenemos la integración y desarrollo de empleos, en ese marco buscar los acuerdos que tenemos en forma internacional, de manera individual o en el marco del Mercosur, para posicionar nuestros productos en diversas plataformas, ese es el desafío. Además están los espacios internacionales que debemos ocupar, parece que hay que trabajar mucho más en miradas conjuntas para poder avanzar en representaciones internacionales en beneficio de nuestros países y toda América Latina.
-¿Cómo se entiende la postura argentina de “negociar a dos velocidades” los acuerdos negociados por el Mercosur?
Eso está superado. Argentina está viviendo un momento especial. Lo que planteó inicialmente fue la velocidad con la que se llevaban adelante estos acuerdos. Nuestro Gobierno está renegociando su deuda en el exterior. Es un factor muy importante, clave diría yo, hacia el futuro de nuestro país. Entonces todos los acuerdos que puedan tener implicancias de distintos tipos. Lo que pretendía el gobierno argentino era tomarse su tiempo. Lo que preocupa a Argentina es la baja de aranceles en ciertos productos, en donde nuestra industria no está preparada aún para evitar que se tengan implicancias negativas por sobre todo en nuestros países.
El tema automotriz es uno de ellos; el tema de servicios, si bien puede beneficiarnos en la agroindustria en nuestro país, pero entre nosotros podemos tener problemas. El sector automotor en Argentina ocupa mucha mano de obra; si bien ahora estas están disminuidas, pero son sectores que tendrían un impacto negativo. Entonces, con una integración más apropiada podemos disminuir el impacto en el eslabón más débil de cadena del empleo y el trabajo. Hubo una información de que Argentina rompía relaciones con el Mercosur, eso nunca fue así.
COVID-19
-¿De qué manera afrontamos juntos esta pandemia?
Yo destaqué las medidas paraguayas en materia de sanidad, hoy Paraguay tiene un estatus sanitario destacable en el marco de la pandemia. Argentina también tiene una muy buena performance, con realidades distintas que tienen que ver cómo es el Buenos Aires y el gran Buenos Aires, en un conglomerado donde viven unos 22 a 23 millones de personas. En mi provincia, Chaco, se han enfrentado algunas dificultades. Destaco la reunión de los 4 ministros de Salud del Mercosur y que posteriormente a eso se estuvo intercambiando información. Cumpliendo con los protocolos que hacen a los repatriados.
La movilización de personas en esta pandemia es una cuestión muy delicada. El virus se basa en la movilización, entonces no es fácil montar los operativos. El embajador paraguayo en Buenos Aires, Vera Cáceres, en contacto directo con nuestra Cancillería, se cumplieron los protocolos federales y provinciales para permitir el retorno de paraguayos y argentinos. Las dificultades son persistentes, nosotros entendemos la ansiedad para retornar, hay muchos implicados.
-Cuéntenos sobre usted, exgobernador de Chaco e ingeniero hidráulico, ¿cómo ayudará a nuestras relaciones bilaterales?
Mi historia está signada por la voluntad de Dios. Me ayudó muchísimo en la vida. Yo soy de origen correntino, que es la otra provincia. Yo nací en un pueblo que se llama Santo Tomé, el límite con Brasil en frontera con Sao Borja. Vine a estudiar ingeniería al Chaco, vine a los 17 años. La idea era recibirme y volver porque yo quería trabajar en Yacyretá, que en esa época se estaba construyendo. Era un sueño. Me recibí como ingeniero de construcción, luego hidráulico, luego fui ingeniero civil. Trabajé como ingeniero en el Chaco, fui al interior. Fui a Villa Ángela, la tercera ciudad del Chaco, en 1985 y de ahí me quedé hasta venir a Asunción.
Tuve un primer matrimonio del que tengo 2 hijas. Y mi segundo matrimonio con Emilce con la que tengo una hija. Me acompañan aquí en Paraguay. Me inicié en el municipio como secretario de obras públicas. Después fui candidato a intendente. Perdí algunas veces y recién en el año 2001 pude ganar la intendencia. Y fui intendente por 3 periodos en Villa Ángela. Fui candidato a diputado provincial, después de asumir renuncié porque decidí quedarme como intendente.
Soy peronista del Partido Justicialista, ya en el 2015 logré el consenso con todos los sectores y ganamos las elecciones a gobernador con el 54% de los votos en el Chaco. Me tocaron 4 años muy duros. El país empezó un proceso de 30 meses de recesión. Inundaciones y desastres climáticos. Cumplimos gran parte de la metas. Fue el propio Alberto Fernández el que me propuso en las internas del partido ser embajador en Paraguay, acepté el desafío y hoy estoy acá.
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