La gestión de Mario Abdo en este último año, incluyendo la crisis sanitaria, será evaluada la próxima semana ante el Congreso Nacional. El 1 de julio, el presidente de la República, en un escenario sin precedentes con licitaciones amañadas que marcaron presencia, debe presentar su informe de gestión de forma virtual.
La situación sanitaria por el COVID-19 quedó relegada ante los hechos de corrupción, explicó el senador Stephan Rasmussen, de Patria Querida. “Creo que por sobre todo, el tema de la corrupción es como un punto negativo importante, no porque haya o no, sino porque no vi que el presidente y sus ministros hayan tomando decisiones oportunas y con la importancia que se merecían”, dijo en contacto con La Nación.
Lea más: Prepararán sesión para informe de gestión del Poder Ejecutivo
Su postura responde a las últimas licitaciones por vía de la excepción de entidades como Petropar, Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) y el Ministerio de Salud, que se vieron envueltas en compras públicas irregulares, respondiendo a intereses personales. “Es un punto bajo de la gestión que empaña otros puntos que sí fueron positivos, como el manejo epidemiológico con el COVID-19”, añadió.
“La corrupción es muy grave porque es un punto principal de la gestión de cualquier gobierno que tiene cerca de US$ 14 mil millones en el presupuesto para gastar. Si no toma las medidas profundas y drásticas en contra de la corrupción, obviamente por un lado se va a perder mucho dinero y, por el otro, no se mejoran los servicios”, indicó.
Por otra parte, cuestionó los resultados de gestión de algunos ministerios, consideró que “el presidente desde el principio repartió los cargos a diferentes cupos políticos del partido de gobierno. Creo que una vez más se comprobó que no es la forma de gestionar un país”, explicó.
Por último, lamentó que el Congreso Nacional haya aprobado la creación de más ministerios que no demostraron eficiencia en estos años. “Pensamos que se iba a retribuir en una mejor gestión, pero lo único que se hizo fue crear más estructura sin ningún resultado”, sostuvo el legislador.
Endeudamiento
El plan de reactivación que prevé el Ejecutivo por US$ 2.500 millones, en el marco de la lucha contra la pandemia del COVID-19, es visto con preocupación por el senador.
“Veo con preocupación el ritmo con el que nos endeudamos como país, el presidente Cartes aumentó US$ 730 millones por año la deuda externa, y Mario Abdo aumentó US$ 950 millones en promedio en estos dos años, sin contar los US$ 1.600 de los fondos ante el COVID-19”, dijo.
Reiteró que el ritmo de endeudamiento es “riesgoso y más rápido de lo que deberíamos; hay una desaceleración, entonces hay que parar la pelota a deuda. Endeudarse para realizar obras, esa fórmula no es mágica”, finalizó.
Nota relacionada: Godoy: “El Ejecutivo está en la joda, cuando tenga menos reglas, mejor”