La titular de Petróleos Paraguayos (Petropar), Patricia Samudio, presentó su renuncia al cargo en una nota remitida al presidente de la República, Mario Abdo Benítez. Esta decisión fue tomada luego del escándalo generado por una millonaria compra de insumos hospitalarios, en la que fue incluida una importante cantidad de agua tónica, según sus propias declaraciones, el producto tendría propiedades para el tratamiento del COVID-19.

En el marco de la emergencia sanitaria adquirió 5.000 botellas del mencionado producto, ante la indignación en las redes sociales, el argumento de la misma fue el siguiente: “El agua tónica tiene una propiedad que sirve como inmunidad, por eso hicimos esa compra”. Además compraron unas 3.000 mascarillas a un precio unitario que excede el referencial establecido por el Ministerio de Salud.

La declaración jurada de varias autoridades del Gobierno fueron publicadas por la Contraloría General de la República esta tarde, entre ellas la de Samudio, que aparece con un patrimonio activo de G. 21.535 millones, un pasivo de US$ 4.117 millones, siendo su patrimonio neto de G. 17.418 millones.

Entre sus ingresos se encuentra el que percibe por Petropar, unos G. 36 millones mensuales, pero el total de sus honorarios profesionales asciende a G. 250 millones.

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Las oficinas de Petropar también fueron allanadas en horas de la mañana por los fiscales Rodrigo Estigarribia y Francisco Cabrera, quienes incautaron varios documentos que podrían contener información que la comprometa en relación a la denuncia.

Ante este hecho que tomó por sorpresa a Samudio, decidió recusar a los fiscales para evitar ser imputada; argumentó que toda la documentación ya había sido remitida a los órganos de investigación, por lo que consideraba inoportuno el allanamiento. Por ese motivo, solicitó que ambos agentes sean apartados de la investigación.

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La semana pasada varios diputados presentaron una denuncia ante la Fiscalía de Delitos Económicos contra Petropar, por la compra por vía de la excepción de mascarillas a G. 38.000, termómetros a G. 1.700.000 y las 5.000 botellas de agua tónica.

La estatal realizó el llamado a licitación dentro de la urgencia sanitaria el pasado 17 de marzo, cuando ya estaba en vigencia la resolución del Ministerio de Salud Pública, en la que se establecen los precios referenciales para la compra de los insumos médicos.

Las mascarillas N 95 tienen un precio máximo en el mercado de G. 25.000, pero fueron adquiridas 3.000 unidades a un precio mayor de G. 38.000, que representan un total de G.114.000.000. Teniendo como diferencia G. 13.000 por unidad; G. 39.000.000 es el monto que pudo haberse ahorrado. También se sumaron 5 termómetros láser a G. 1.700.000 cada uno, 5 termómetros a G. 1.600.000 y otros 5 más a G. 600.000.

Además, en la compra de las 5.000 botellas de agua tónica se gastó G. 25.000.000, sin ser un producto de extrema necesidad en torno a esta crisis, a pesar de lo argumentado por Samudio.

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