Este martes inició el debate sobre el proyecto de Ley que busca la Reforma Estructural del Estado paraguayo, que cuenta con la participación de autoridades nacionales, además de miembros del sector empresarial y sociedad civil.

A las 11:00 de este miércoles comenzó el debate sobre la Reforma Estructural del Estado, en el salón auditorio del Instituto del Banco Central del Paraguay (BCP).

Estuvieron presentes Hugo Velázquez, vicepresidente de la República; el senador Blas Llano, presidente del Congreso Nacional; Benigno López, ministro de Hacienda; Gustavo Volpe, presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP); y senadores y diputados de la Nación, entre otros.

El vicepresidente de la República enfatizó que la iniciativa del Gobierno es achicar el aparato estatal, optimizando la inversión pública, eliminando gastos superfluos, nivelando los salarios del sector a la realidad, entre otros.

Por su parte, el ministro de Hacienda mencionó que otro de los objetivos del proyecto es eliminar la informalidad, que evade gran parte de la carga impositiva que el Gobierno tendría que recibir como ingresos genuinos.

“Hoy estamos invirtiendo sumas importantes en fortalecer un sector informal, que es casi el 70% de nuestra economía. Resolver esto, entre todos, será la única forma de salir adelante”, apuntó, y anunció que tienen varios proyectos para acordar una agenda sostenible en reformas estructurales que transformen la vida de la gente.

Uno de los diputados presentes, Pastor Vera Bejarano inclinó su discurso hacia la necesidad de hacer un recorte salarial genuino y aseveró que el sistema público paraguayo es lamentable.

“Una cosa es el salario básico y otra cosa es el presentismo, grado académico y otros. Con esas cosas el salario llega a ser una barbaridad. Hay cuestiones que debemos tocar. Tenemos algunas instituciones obsoletas, como el Ferrocaril, Copaco, Correos del Paraguay. Tienen el capital para funcionarios, pero no para la operatividad”, expresó.

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Gustavo Volpe, presidente de la UIP manifestó que el principal problema de la economía nacional es la informalidad, que no permite a Hacienda recaudar lo que debe, y que representa una competencia desleal para el sector privado.

“El contrabando y otra serie de cosas hacen que el fisco no recaude y que las empresas no se desarrollen para captar la enorme mano de obra que existe”, dijo.

Agregó que la falta de trabajo hace que los parientes de los políticos soliciten masivamente cargos en la función pública, lo que genera el clientelismo político.

“Hoy, paradójicamente, los sueldos en el sector público son el doble de los que son en el sector privado. Los que producen y pagan impuestos ganan menos que el que consume los impuestos”, aseveró.

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