El líder del movimiento político P-MAS, Camilo Soares, rechazó haber recibido financiamiento del grupo Cartes para las elecciones municipales de Avanza País, con la chapa de Mario Ferreiro, para la capital del país en el 2015.
Este martes, la diputada Rocío Casco denunció a Soares por “estafador” y “mentiroso”. Lo acusó de haber recibido dinero del expresidente Horacio Cartes en el 2015 y de operar a favor de la reelección vía enmienda en el 2017.
En comunicación con la 1080 AM, Soares rechazó categóricamente haber sido beneficiario de una donación del grupo Cartes y mencionó que el relato utilizado por Casco carece de un cronograma de tiempo consistente.
“Dice que presioné el tema de la enmienda. Eso murió el 31 de marzo y unos días después cuando Cartes renunciaba totalmente a cualquier aspiración. Les pido que no crean en mí. Vayan a la conferencia que hicieron el 4 de julio del 2017. En ningún momento dijo lo que manifestaron esa vez”, expuso.
El también analista político negó además haber solicitado a Rocío Casco votar a favor de la enmienda y aseveró que existe un sinfín de actores políticos testigos de que él aplicó el mayor de los esfuerzos para evitar que se llegue al estadio que se llegó.
Dinero no salió de Honor Colorado
“Hay una infinidad de mensajes, reuniones, grupos de trabajos, que teníamos con Adolfo y Mario Ferreiro, Enrique García. Hacia finales de diciembre del 2016, cuando veíamos que se calentaba el ambiente, tomamos la iniciativa para hablar con el PLRA, incluso con el Llanismo. Nos reunimos en la casa del intendente de Villa Elisa (Líder Amarilla) con Blas Llano, Silva Facetti. Les planteamos llevar un acuerdo para evitar la crispación. Propusimos buscar una chapa unificada con toda la oposición. Creo que aquella vez solo se opuso Ferreiro, porque tenía la esperanza de ser el vice de Efraín Alegre”, comentó.
En otra parte de la entrevista, Soares expresó que le parece ilógico decir que él operaba a favor de la reelección cuando él era el actor que buscaba evitarla.
En relación a los G. 2.026 millones que sirvieron para financiar la campaña de Avanza País en el 2015, Soares refirió que fue producto de un grupo de personas que prestaron el dinero por parte y reiteró que no salió del movimiento Honor Colorado.
Señaló en ese sentido que desde dicho movimiento, en su momento oficialista, hubo intentos de truncar la candidatura de Mario Ferreiro para la municipalidad, porque supuestamente ya sabían que Arnaldo Samaniego no iba a poder contra él.
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Camilo Soares: “La oposición no tiene ningún discurso diferente a la disidencia colorada”
“La oposición lo único que hace es reforzar la garantía que en abril del 2028 suene la Polca Colorada, festejando una nueva victoria”, afirmó el sociólogo y dirigente político de izquierda, Camilo Soares, tras lamentar que el sector político actué como furgón de cola del abdismo y sus grupos de poderes económicos con corporaciones mediáticas.
“Nunca vimos una oposición tan fragmentada, dispersa, sin un liderazgo nacional relevante y un programa alternativo. Todo lo que está haciendo la oposición le dirige de manera inexorable a una nueva derrota”, sostuvo en una entrevista con el programa “Fuego Cruzado” emitido por el canal GEN/Nación Media.
Soares manifestó que la movilización impulsada por la oposición para el próximo 26 de marzo contra el gobierno del mandatario Santiago Peña y el movimiento Honor Colorado es “funcional a la operación política de poderes grupos económicos” afines al expresidente de la República y líder del movimiento Fuerza Republicana, Mario Abdo Benítez.
“Tienen corporaciones mediáticas y operan de manera clara, decidida, explícita para que en abril del 2028 llegue la alternancia, pero no con la caída del Partido Colorado, sino internamente, dentro del Partido Colorado. La oposición está haciendo el trabajo sucio a la disidencia colorada, para que no tenga que hablar, arriesgarse”, sostuvo.
“Cuando la oposición esté totalmente desgastada, aquí a dos años emergerá la disidencia colorada como alternativa para ser funcional a los intereses de los grupos económicamente poderosos con corporaciones mediáticas”, refirió.
Asimismo, siguió argumentando que “la oposición paraguaya no tiene ningún discurso diferente a la disidencia colorada, hasta incluso ven el problema en el cual está sumergido judicialmente Mario Abdo en clave de democracia versus autoritarismo, cuando en realidad esto es una disputa entre dos grupos de poder que se están cobrando con el aparato judicial”.
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Marcha no va dirigida a la sociedad paraguaya
El también comunicador mencionó que en los discursos esgrimidos por los altos referentes de la oposición con relación a la marcha denominada “Unidos por el Paraguay”, se puede deducir que no se busca zanjar las carencias ciudadanas y presentarse como una alternativa de poder ante la Asociación Nacional Republicana (ANR).
“Me parece que en este momento Efraín Alegre desde la distancia está mirando el cuadro de los convocantes para poder decir ahí solo falto yo. Son las mismas personas, el mismo discurso, la misma comprensión, son las mismas categorías, que es la estrategia que llevó a la oposición al fracaso”, puntualizó.
Siguió argumentando que “la oposición se plantea simplemente una confrontación bajo la siguiente dicotomía, antagonismo, contradicción, cartismo y anticartismo. En esa contradicción de cartismo y anticartismo no plantean un programa político alternativo al Partido Colorado. Yo estoy convencido que la movilización no busca de manera consciente, racional, pensada hablarle a la sociedad paraguaya, buscan hablarle a sus bases electorales en clave estrictamente interno”.
Mantener fieles a las bases clientelistas
De esta manera aseguró que las movilizaciones tienen como principal objetivo que los dirigentes de base de la oposición “prebendarizados y clientelar” se mantengan fieles a sus líderes. “Cayó el último rey Efraín Alegre que gobernó por casi 15 años el Partido Liberal y ahora necesitan fidelizar sus bases, entonces ellos dicen ¿cómo hacemos para fidelizar a todos los dirigentes liberales que están perdidos?”, dijo.
Soares acotó que “saldrán a radicalizar el lenguaje en clave interna. Celeste Amarilla, Enrique Salyn Buzarquis, Hugo Fleitas, le hablan a sus correligionarios que son aquellos vinculados a la estructura del PLRA, prebendarizada, clientelar. No le hablan la población paraguaya que no encuentran en el gobierno respuestas a sus problemas, pero tampoco encuentran fuera del Partido Colorado una alternativa”.
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Mario Ferreiro evoca ocho boliches históricos de las noches asuncenas
Maestro de varias generaciones en la escena nocturna, Mario Ferreiro hace un alto en su ajetreada rutina diaria y se sumerge en un viaje al pasado. Enfundado en su rol de DJ y animador de fiestas, guía a La Nación del Finde en un nostálgico recorrido por las discotecas que a su criterio se destacaron en la movida nocturna asuncena de los 70, 80 Y 90.
- Por Gloria Ocampos-Prieto
- gloria.ocampos@nacionmedia.com
- Fotos Néstor Soto y Mario Ferreiro
Hombre de muchas facetas, Mario Ferreiro es, aparte de comunicador, presentador y político, un DJ y animador connotado, figura emblemática para los melómanos y los amantes de las inolvidables veladas de otras épocas. Musicalizó y animó en las discotecas más exitosas de Asunción en un tiempo en que estos locales nocturnos arrasaban y eran el punto de encuentro por excelencia. Se codeó con los DJ pioneros de la escena, figuras de la farándula local y celebrities internacionales.
Haciendo flashback sobre sus inicios, cuenta que comenzó “poniendo música” en las fiestas de colegio a los 15 años. “Yo llevaba mis discos a las fiestas y el resto conseguíamos en cassettes que grabábamos de las radios o de amigos que tenían otros discos. Era muy primitivo todo, era difícil, pero daba gusto”, memora. Sus DJ de referencia eran Caio Skill, Beto Duarte y todos los disc-jokeys pioneros. “Michi Oliva me enseñó mucho también”, añade.
Lo de la animación comenzó a los 20, cuando empezó a hacer radio. Pero su pasión por la música ya nació en su más tierna infancia. “Yo escuchaba música de chiquito.
Todo el día enloquecido detrás de mis hermanos mayores, principalmente Rodolfo, Miki, que es el papá de Bruno Ferreiro de Flow y de Afi Ferreiro de Paiko. Ese fue el hermano que me influyó, me hacía escuchar todo el día Beatles. Y bueno, nunca más paré de escuchar música todos los días de mi vida”, dice.
Mario es hoy el protagonista de nuestro espacio Ellos Saben donde pone el foco en los ocho boliches más icónicos, sitios que marcaron su impronta en los 70, 80 y 90. Cada uno tuvo su estilo particular, su esencia, su mística. “Son apenas algunos de los muchos lugares mágicos de la noche de la ciudad. Cada uno tiene su propia historia. Todos nos regalaron años de mucha alegría y compañía”, expresa.
El gran furor de las discotecas duró hasta fines de los 90. “Luego el público fue migrando hacia los restó bailables, fiestas electrónicas y eventos especiales tipo off-sites. Es de destacar que gran parte del público de las discotecas de aquellos tiempos hoy llena las fiestas de El Retrovisor”, resalta el comunicador. Estos son sus ocho elegidos.
CASAPUEBLO
De Roberto Colmenares quien, en inicios de los 90, diseñó un nuevo concepto de boliche nocturno. “Comenzó como un bar de una cancha de pádel sobre la avenida Mariscal López. Luego se convirtió en el sitio más importante de la noche de Asunción. Después, Colmenares estuvo al frente de Capricornio La Barra, Acqua y otros proyectos”, cuenta Mario.
CARACOL DISCOTEC
Inaugurado en 1972 sobre la avenida Félix Bogado. Luego se convirtió en Caracol Club y más tarde en Dance. “Fue literalmente ‘La Catedral del Ruido’. Reinó por 3 décadas la noche de Asunción. Tuvo a los mejores DJ y trajo a una constelación de estrellas, desde Julio Iglesias hasta Virus, Mocedades y muchos más”, recuerda Mario. El Caracol volvió a fines de los noventa con la onda dance y cuando las chicas subieron a los parlantes.
MUZAK MALL
Aparece un poco después de Caracol. Vivió su etapa de oro en los 80. Tenía tres pistas y un diseño arquitectónico innovador. “Fue gran escuela de DJ y sonidistas de gran prestigio, desde Alan Wood y Carlos Cappello, uno de sus fundadores. Llegó a tener un stand de tiro en su subsuelo, y un tobogán para bajar a la pista de música rápida”, detalla el comunicador.
BLUES-BAR
Era una parada obligada entre 1991 a 1995. “Un emprendimiento mío y de Carlo Bortolami. Era un pub bailable ubicado en Sucre casi San Martin. Luego fue Coyote”, refiere Mario.
SAFARI’S
De los hermanos Johnny y Raúl Ibáñez, “primero sobre la avenida San Martín y luego a la vuelta”. También eran dueños del Kaktu’s en las cercanías. “Boliches de mucha onda y música extraordinaria.
Allí tocaba el legendario DJ Hugo Villa, fallecido en accidente de tránsito. De allí también salieron Beto Duarte y Caio Skill”, menciona. El reinado del Safari’s se prolongó entre los 70 y 80.
J&C
De Charles Recalde, otro de los pioneros. Principios de los 70, se instaló en el predio que hoy ocupa el estacionamiento del Súper Real Villa Morra. “Allí debutó en Paraguay como DJ Michi Oliva. En los 80 se convirtió en A Go Go. El J&C tenía una ambientación excelente, con mobiliario muy cómodo y gran sonido. Chingolo Silva, Jorge Barrett y otros eran sus DJ estrella. Allí fui con Fernando Allen a iniciarme en cabina, aprendiendo de los grandes”, señala.
SIDDHARTA - BAR DE JAZZ
Primero sobre Perú y De las Residentas, luego sobre San José casi José Berges. Abierto por Luis Acosta a principios de los 80. El primer pub dedicado 100 % al jazz en Paraguay. “Por allí pasaron desde Lobito Martínez y Carlos Schvartzann hasta Dexter Gordon y los Heath Brothers”, recuerda.
CAFÉ BOHEMIA
Abierto a mitad de los 90 con Graciela Fretes. Su primer local funcionó en Galería Colonial y luego en la hoy muy concurrida calle Senador Long. Tuvo 15 años de vigencia. Era un bar de música en vivo y DJ. Fue epicentro de la movida nocturna en Asunción en esa época. “Por allí pasaron Joaquín Sabina, Palito Miranda, Fito Páez, los Deliverance y muchos más”, evoca Mario Ferreiro en este fugaz repaso por las discotecas más emblemáticas de la Asunción de antaño.
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Las aventuras y desventuras de un “simple locutor”
Como figura popular y querida del mundo de la comunicación y la música, Mario Ferreiro ya ha incluido en el presupuesto que su vida privada esté expuesta al escrutinio público. En este distendido y panorámico “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, el comunicador habla con Augusto dos Santos de sus primeros pasos como locutor y disc jockey, las tribulaciones de ser un trabajador de la movida nocturna, su estelar ascenso y caída en la política, así como de sus últimos avatares en lo emocional.
- Fotos Pánfilo Leguizamón
–Tantos años de exposición pública, tanta estelaridad, ¿te ha dejado tiempo para encontrarte con vos más frecuentemente?
–Fue una construcción con el tiempo. Justamente estuve hablando con mis hijos menores que recién ahora se enfrentan a esto y les explicaba que toda mi vida fue pública, desde muy jovencito. Antes de las redes sociales yo ya tenía una exposición muy alta en esa época con los diarios, los primeros programas de chismes. Llegué a hacer programas de chismes también entre tantas cosas que hice. Entonces, es un juego peligroso, complicado, a veces hasta dañino, pero que no puedo también renegar porque formo parte del medio. Una vez que uno entra en esto tiene que saber que ese es un presupuesto que ya está asignado y que va a tener que administrar de la mejor manera.
–¿En qué momento te das tiempo para no comprarte el personaje de exitoso que también puede ser un problema en la vida privada?
–No olvidemos, querido Augusto, que yo ya hice también un camino de reconversión. Ya pasé esa etapa de la fascinación con las luces de la noche. Me costó porque además me añadió un problema de adicciones que siempre yo hablo también públicamente y el camino de regreso de ese proceso me ayudó mucho a repensar todo el resto porque ahí te enseñan otras cosas, no solamente a no consumir. La hermana Regina, que es nuestra gran maestra, nos enseña cómo lidiar con el egocentrismo, cómo lidiar con la autoconmiseración, con la soledad. Yo siempre cuento que cuando recibí mi Paraná de Oro, que fue como una consagración, después me fui a consumir solo en mi casa. Hay también esa dicotomía entre la figura muy pública y la soledad en el mundo privado. Hoy estoy mucho más equilibrado en ese sentido gracias a que tomé ese camino hace 22 años.
–Recuerdo una de las acusaciones que te hacían en la campaña política. Con el gordo Víctor Benítez nos divertíamos tratando de analizar morfológicamente, que eras un “simple locutor”. Y decíamos con Víctor ¿cómo lo que es un locutor complejo? (Risas). Hablame de tu tiempo en la locución. ¿Qué te dejó la radio?
–La radio es el gran amor. Yo con mi viejo escuchaba onda corta, papá nos enseñó a escuchar radio, “El repórter Esso”, La Voz de América de los Estados Unidos, la Radio Moscú. Era la fascinación la radio. Yo crecí en el mundo todavía radial. Imaginate que yo ya tenía 7, 8, 9 años cuando apareció la televisión. Entonces mi primer amor fue la radio y mi objetivo siempre fue la radio.
UNA PRECOZ VOCACIÓN
–¿Qué testimonios de amor con la radio tenés para expresar al respecto de tu vida como locutor?
–Yo me iba a visitar a varias figuras de la radio, Rubén (Rodríguez) entre ellos, que comenzó mucho más joven que nosotros. Yo me iba a acompañar a sus coberturas y después nos íbamos a tomar cerveza. Me acuerdo de haberle escrito una carta a Beto Duarte para visitar Primero de Marzo y después llegó Chaco Boreal. Yo era capaz de ser ordenanza, limpiador de la radio con tal de estar en ese mundo. Y así llegué a Chaco Boreal, donde me reciben Juan Pastoriza, Nicodemus Espinosa, Vicente Benítez, operador; Víctor Castro, gran locutor, una noche de domingo allá por 1979 y ahí comienzo por supuesto como practicante sin cobrar ningún estipendio. Es más, me hicieron una broma esa noche. Me dijeron “vos tenés que limpiar el baño” y ya me iba a agarrar el repasador y todo. Yo quería estar ahí. Yo pasé por esa militancia, fui muy feliz ya porque logré eso. Mi hijo se murió al año siguiente, ya no vio casi mi ascenso, mi vieja sí me acompañó más y un año después estaba en Canal 9 hablando de John Lennon en diciembre del 80.
–¿Cuánto te ayudó la autoformación, la lectura en tu proceso de ser un tipo exitoso en el mundo de la comunicación?
–Fue todo porque en esa época no teníamos tantos recursos académicos como ahora. Ahora hay muy buenas universidades, pero nosotros éramos autodidactas y ahí era fundamental la lectura. Nuestro gran capital era leer y por suerte yo venía de un hogar donde se fomentaba eso. Y también tuve la suerte de estar en el Colegio Cristo Rey, con los jesuitas, que también tienden a la comunicación.
–¿Cuál es te parece la radio de futuro?, ¿la radio que va a sobrevivir esta experiencia de los nuevos tiempos?
–Sin lugar a dudas la radio va a seguir siendo interesante en tanto y en cuanto haya personalidades de radio. Los medios radiales van a tener que invertir mucho en sus recursos humanos. Ahí está el secreto. El resto va a ser todo igual porque todos tenemos la camarita en la cabina, todos tenemos la conexión con Twitch, con Instagram, Instagram Live, YouTube Live. Esas son herramientas. Pero la gente quiere escuchar a Alejandro Dolina, la gente quiere escuchar a un tipo que le dice cosas interesantes. Yo escuchaba a Vicente Marsal haciendo los viernes insólitos de cuentos de terror, lo escuchaba a Manuel Bernardes. Hoy traje una remera que lo homenajea y hasta ahora se ven por TikTok aquellas locuras que hacía.
APUESTA
–Una capacidad de comunicación, una comunicabilidad impresionante.
–Ahí tiene que estar la apuesta. Lo que pasó con los diarios digitales, el The New York Times se salvó por sus columnistas. La gente se suscribe porque quiere leer a columnistas muy grosos y que dicen cosas importantes.
–También hubo una década de la televisión glamorosa, que invertía, que hacía viajes al exterior. Perteneciste a ese mundo.
–Sí, y los viajes presidenciales cuando iba una delegación. Ahora se manda todo por internet. Yo viví esa época y la verdad que la disfruté mucho. Hasta Hawái conocí. Yo me acuerdo que Alvarito Ayala, muy amigo, me decía “este año estuvo más o menos, facturamos más o menos cuatro palos verdes”. Hoy nadie factura eso en televisión. Ernesto García, otro gran amigo, también tenía ese nivel de facturación solamente con sus programas de televisión. Eran los paquetes grandes que compraron las grandes multinacionales e invertían. Era una inversión enorme en producir también publicidad local.
–¿Y qué cambios ves en la televisión de futuro?
–La televisión yo estuve analizando mucho, tiene una salida comercial por el lado de la venta. Y hay que ver cómo lidiar con eso. Yo me di cuenta de que los canales abiertos siguen muy fuertes en la venta directa y hay que ver cómo agregarle contenido a eso para que no sea solamente un canal de oferta de productos. Por ahí va a ir la solución. Ya no creo que se puedan sostener programas de alto costo.
–Tuviste una temporada hilarante como contador de chistes y me pareció que esa es otra cosa que me pareció interesante porque todo el mundo estaba de acuerdo con eso hasta que llegó la política y decían “este solamente cuenta chistes”. ¿Cómo fue que empezaste?
–Lo de los chistes surgió porque hay un problema en la televisión que hasta ahora sigue, que hay un enamoramiento del producto trágico, los choques, las violaciones, el apuñalamiento, las peleas entre vecinos, y no podemos salir de eso porque salís y cae el rating.
LA POLÍTICA
–La gente que está en medios tiene una ventaja en la política porque ya hizo una primera fase que es el conocimiento y la confianza de los ciudadanos. Así es como creo que ya por 2012 tuviste una primera charla con un presidente al respecto de la posibilidad de meterte en política, ¿verdad?
–Sí, eso mucha gente hasta ahora no lo entiende. Yo tengo que explicar que mi familia es política. Papá fue exiliado, peleó en el 47, se fueron a Buenos Aires. Adolfo fue siempre político, fue preso en Emboscada, mi hermano Roberto en Encarnación tuvo una carrera política de toda la vida. Entonces, no era tan extraño. Lo que pasa que me habían conocido en otra faceta, el contador de chistes, el animador, el disc jockey y el simple locutor. Fue un llamado que yo tenía que responder alguna vez. Y me parece que la intención fue interesante al principio, hasta que ocurre lo de Curuguaty. Eso modificó todo el panorama. Mucha gente también me dice “Lugo te cagó”. Y yo tengo una buena impresión, sin embargo, de Fernando, porque lo entendí también en sus circunstancias. Hay que estar ahí, en ese lugar. Es muy distinta la visión desde afuera de la política real. Y después cuando llega la intendencia era continuidad lógica porque había números que decían que realmente se podía ganar y Asunción es muy difícil ganar, Asunción es eminentemente colorada. Yo no podía rehuir a una cosa que estaba ahí ya dispuesta para obtener el triunfo. Después viene la política real, donde uno tropieza con cosas que ni el más avezado puede calcular que se le van a venir. El manejo del poder es tan complejo.
–¿Entrarías de vuelta a la política?
–Muchos me preguntan eso y muchos que me quieren mucho me dicen “no vayas a meterte más”. Yo creo que ya di mi parte. 10 años dediqué al tema, arriesgué mucho, sufrí procesos judiciales muy complicados y uno expone mucho a la familia en la política. Entonces yo le digo a los chicos “es el turno de ustedes”. Sigo trabajando. Me voy a algunas reuniones del Partido Febrerista, ayudo ahí, aporto lo que he aprendido, pero me gustaría ver ya una nueva generación.
–¿Estás viendo una nueva generación en la oposición, y lo digo porque pertenecés a ella, o mismo en el oficialismo?
–Vos sabes que no. El oficialismo tiene más dinámica para producir nuevos liderazgos. Hay que reconocer eso. Yo tengo la esperanza de que esos procesos se van a ir construyendo de abajo para arriba. Me invitaron hace poco al PRF para dar una charla, estaba el movimiento Paraguay Pyahurã y otros, y yo les dije que primero los sectores progresistas tienen que ponerse de acuerdo, tener una plataforma, un ideario común, y ahí ir a negociar con quien sea, con el Partido Liberal o con Payo (Paraguayo Cubas), con el que sea. Si nuestro sector no tiene un acuerdo previo siempre vamos a ir todos atomizados.
–¿Tu caracterización final con la política ha sido de amargura, de renegar de esa historia, de haber aprendido, de amarla?
–Yo todos los días de mi vida todavía pienso en términos políticos. Todos los días veo lo que está pasando. El otro día escribí un comentario calificando este como el peor Congreso de la historia y generó un terremoto, pero está bien, me gusta eso, no rehúyo, es lo que pienso. Finalmente es importante expresar lo que uno piensa y lo que uno percibe también, ¿verdad? Establecer un poco la crítica y el debate. Así que eso voy a seguir haciendo.
ETERNO APRENDIZAJE
–Alfredo Zitarrosa tiene una canción que se llama “Doña Soledad”. ¿Cómo te estás llevando con ella?
–Yo siempre digo que por lo visto estoy destinado a una vida siempre intensa en ese sentido. Uno cree que ya en cierta madurez tiene que llegar a una tranquilidad emocional y ya, en pocas palabras, no sentir casi nada y terminar los días apaciblemente. A mí me tocan siempre cosas intensas y estoy recuperando el valor de estar en soledad. No es fácil. Tuve muchos momentos de mi vida en que lidié con eso, algunos malos, otros buenos. Y bueno, ahora estoy reaprendiendo. (Jorge Luis) Borges decía, no es que decía, lo hacía.
Él cuando llega moribundo a Suiza, a Ginebra, le dice a María Kodama “conseguime un profesor de anglosajón antiguo”. “Y para qué”, le dice, “porque quiero morir aprendiendo”. Genial. Era un mensaje típico del maestro y, bueno, yo parece que voy a seguir aprendiendo sobre mi vida en términos sobre todo afectivos.
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Tras la muerte de Liam Payne, Mario Ferreiro critica la falta de empatía
El comunicador y expolítico paraguayo Mario Ferreiro (65) compartió una emotiva reflexión sobre el difunto cantante británico Liam Payne (31), quien luchó con problemas de adicción y salud mental, al igual que él, tiempo atrás. En su publicación en Instagram, Ferreiro expresó su empatía hacia el artista, fallecido en Argentina, y sugirió que “todos podemos ser un Liam Payne”.
El periodista redactó que desconoce la infancia que vivió Payne o el furor de la fama que lo golpeó en 2010, pero lo que sí reconoce es la empatía hacia su caso. “Te entiendo tanto Liam Payne, sobre todo en la trampa final de ese cuarto de hotel funesto; caminando como un animal enjaulado entre esas paredes cuyos espejos se empecinaban en devolverte tu monstruosa imagen de hombre derrotado”, tecleó Ferreiro.
El comunicador que los ´90 luchó con problemas de adicción afirmó que reconoce la celda de cristal de cual Payne ya no pudo escapar. “No te juzgo ni un solo instante Liam Payne porque sé de memoria de la pena lacerante que ocasiona esa enfermedad crónica, progresiva y mortal que te terminó arrebatando la vida en una lejana ciudad de Sudamérica”, señaló el también DJ.
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Uno más de la lista
Para el periodista paraguayo, la muerte de Payne es solo una muestra más de quienes perdieron la vida por la adicción a sustancias. “No eres más ni menos que tantos chicos que hoy dormirán desahuciados bajo un puente de Londres, París, São Paulo o el Bañado Sur. Lo sé porque muchos estuvimos en tu mismo lugar, muchacho hermoso, de mirada triste, observando voluptuosamente el atractivo abismo que siempre llama como un demonio de promesas falsas”, reflexionó Ferreiro.
Para el comunicador, el cantante que falleció tras caer del tercer piso de un hotel en Argentina, bajo supuestas sustancias, es uno más de la lista, como Amy Winehouse, Taylor Hawkins o Brian Jones. “Cualquiera de nosotros puede ser Liam Payne. Por eso fustigarlo después de muerto es de una crueldad innecesaria, o quizá sea la mejor representación de nuestros propios fantasmas”, concluyó.