Un escrache sin sentido. El concejal de Ciudad del Este, Alejandro Zacarías, fue escrachado mientras conducía su vehículo. El problema es que en su interior se encontraban sus dos hijas, quienes vivieron momentos de terror.

Inexplicable es a veces cómo la indignación ciudadana tiene equivocadas formas de demostrarse. Este es el caso de Ciudad del Este, donde un grupo de manifestantes lanzó basura y otros objetos contra el vehículo del concejal Alejandro Zacarías, a modo de escrache.

El problema no pasa por el reclamo a una autoridad, en este caso a un edil, que siempre como funcionarios públicos deben responder a la gente. Hasta allí todo normal. El problema pasa cuando se excede y se involucran a niños, que nada tienen que ver con la gestión pública.

Las niñas pasaron minutos de angustia tras el escrache protagonizado por ciudadanos esteños, que en un muy bajo número se congregaron para realizar el escrache. El padre, que los retiró del colegio se trasladaba por la ciudad cuando fue abordado por los escrachadores.

Zacarías tuvo que calmar a sus hijas, que tras el ataque lloraban desconsoladas. “No pasa nada”, les decía para apaciguar el pánico vivido.

Alejandro Zacarías es, además de concejal, hijo de los actuales diputados Justo Zacarías y de su primera esposa Marta McLeod.