“Eso es un informe, no una junta médica propiamente dicha que brinda un dictamen, porque no tiene esas características de pericia como le llamamos en jerga legal”. Eso declara -en comunicación con la 970 AM- el forense Pablo Lemir al referirse al documento presentado por Juan Arrom y Anuncio Martí ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Lemir -quien fue convocado por el Estado Paraguayo con aprobación de la CIDH para realizar un dictamen sobre preguntas específicas- explica que se considera junta médica cuando los profesionales son convocados por un juez o por un fiscal, prestan juramento, responden a puntos de pericia específicos y se labra acta sobre su actuación.
Para el proceso sobre el presunto secuestro y tortura de Arrom y Martí, Lemir tomó el informe médico al ingreso del sanatorio Migone, el día 30 de enero de 2002, para lo que se constituyó en el Sanatorio Migone y recabó la historia clínica completa desde la internación de ambos.
En el informe inicial que está firmado por tres colegas médicos -relata Lemir- se habla del aparato genital del señor Arrom. Se dice el testículo derecho está aumentado al doble del tamaño. Posteriormente, en la internación se hace una ecografía de las bolsas escrotales y los testículos y se establece que el testículo derecho está de tamaño normal. Lo que sí se tiene es que el testículo izquierdo estaba disminuido y se constata la presencia de un varicocele (que es como una várice de la pierna) que se sitúa específicamente en el escroto.
“Varicocele es una enfermedad crónica, preexistente y eso causa como una de las complicaciones, la disminución del tamaño del testículo. Lo que a ellos se les pudo haber presentado como un testículo aumentado de tamaño, viendo el del otro lado más pequeño, era que el testículo derecho estaba normal y lo que estaba chico era el izquierdo”, informa.
Sobre lo más mediático y televisivo, que eran los hematomas que pudo verse en la presunta liberación, Lemir dice que los hematomas de la región lumbar del señor Arrom, estaban presentes y que no hay contraposición en ese sentido. Sin embargo, pone en duda otras lesiones que visualizando el video (que es el que todo el mundo vio de la supuesta liberación) no se ven.
“En el informe médico dice que la pared abdominal anterior, tenía equimosis (lesión subcutánea caracterizada por depósitos de sangre debajo de la piel intacta) que iba desde el epigastrio hasta por debajo de la zona umbilical en el caso del señor Arrom, cubriendo un área de 16 centímetros. Nosotros hemos hecho la evaluación del video y fotos de capturas y las imágenes cuadro por cuadro de eso. Y no se visualiza. Cuando hablamos del epigastrio, hablamos más o menos de la boca del estómago hasta por debajo del ombligo y no se visualiza. Eso lo puede ver cualquiera que tenga acceso al YouTube. Cuando salen levantando los brazos no se observan ninguno de esos moretones”, reafirma.
La pericia de Lemir forma parte del caso como affidavit, declaración jurada ante escribanía. No se le permitió exponer la pericia en forma oral.
En el informe del 30 de enero habían médicos de sanatorio Migone. Entre las firmas están las de médicos conocidos en el ámbito forense, pero no se visualiza que estén firmando como forenses, simplemente están sus nombres, sus registros y sus sellos. También están presentes las rúbricas de Y médicos que no son del Migone, que según la declaración de la doctora Esperanza Martínez, fueron autoconvocados o estaban convocados por el Círculo Paraguayo de Médicos.