Señala que la CIDH es un club ideológico que demuestra una parcialidad manifiesta contra ciertos Estados.
El exembajador paraguayo en Costa Rica, Oscar Llanes Torres, afirmó hoy que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es un “club ideológico” que demuestra una parcialidad manifiesta contra ciertos Estados, por lo que recomendó que Paraguay se retire de esta instancia una vez conocida la resolución del caso Arrom-Martí.
Llanes Torres, quien sirvió durante cinco años como representante diplomático en Costa Rica, sostuvo que el Paraguay “ya tiene por anticipación una derrota” en el caso Arrom-Martí, donde deberá pagar una sanción económica de 63 millones de dólares, ya que la CIDH “es un club ideológico donde el 99 % de los casos llevados a cabo fueron con resultados negativos a los Estados”.
Por eso recomienda “retirarse con dignidad” de esta instancia internacional una vez que se tenga el resultado, en febrero próximo, del caso en que los ciudadanos en situación de rebeldía judicial, Juan Arrom y Anuncio Martí, denunciaron al Paraguay por supuestas violaciones a sus derechos humanos, reclamando un resarcimiento económico superior a los 63 millones de dólares. “Tendría que permanecer todavía un año cumpliendo con todos los compromisos hasta que llegue la fecha de consolidar la retirada”, indicó Llanes.
“Yo viví cinco años en Costa Rica acompañando de cerca y presidiendo las comisiones de Paraguay ante la Corte, fui profesor en universidades de Costa Rica y llevaba a mis alumnos a asistir a las audiencias y realmente es lamentable la parcialidad manifiesta que tienen estos miembros de la Corte”, afirmó.
Una Corte mal constituida
Explicó que si llegan casos de violación de los derechos humanos de países afines ideológicamente como Venezuela los mismos simplemente “se cajonean”, o no continúa el proceso por algún defecto técnico o falla administrativa. Sin embargo, en el caso que afecta al Paraguay “hay celeridad porque ya tienen cantado el resultado de este proceso”.
“Lo digo con propiedad y con pruebas contundentes. Es solo ver los registros administrativos de los resultados ante la Corte y se puede ver que hasta hoy no se conoce, yo al menos en 53 años de carrera no conozco una Corte tan mal constituida, tan mal compuesta como esta de los derechos humanos donde una sola corriente es la que domina, no la mayoría sino la totalidad de los miembros”, afirmó.
“Yo estuve allá, yo sufrí mucho porque era el presidente de la comisión, representaba al Estado, y era imposible convencer a esa gente o presentarles las pruebas más contundentes sobre algún caso llevado ante ella y saber que todo es en vano, es arar en el desierto como dice el propio Bolívar”, dijo.
Expresó además que los Derechos Humanos son un tema jurídico que deberían ser naturalmente respetados, pero que no hay necesidad de tener una corte tan mal compuesta, donde una corriente es la dominante. Mencionó que todas las resoluciones de la Corte son inapelables, ya que no existe un recurso capaz de cambiar el resultado de la resolución elaborada, por lo que insistió en que el Paraguay debe retirarse de la misma.
“La Corte tampoco acepta ningún intento de cambio de comportamiento del Estado. No reconoce intentos, no quiere soluciones”, denunció y por último reconoció que “es necesario tener una corte que dirima las causas sometidas a su jurisdicción”, pero que su actual composición y sus resoluciones son “realmente lamentables”.