Asunción, Paraguay | AFP |por Hugo OLAZAR
Marcado por pertenecer a una familia muy cercana al exdictador Alfredo Stroessner (1954-89), el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, del gobernante partido Colorado, se esfuerza por mostrar sus credenciales democráticas y republicanas sin renegar de sus orígenes.
"Quiero cicatrizar las heridas para la reconciliación entre los paraguayos. Tenemos muchas más cosas que nos unen que las que nos dividen", dijo el presidente a periodistas poco antes de la ceremonia de investidura de este miércoles.
Apodado "Marito", para diferenciarse de su padre del mismo nombre, un ex secretario privado del general Alfredo Stroessner, la relación de su familia con la dictadura de 35 años no influyó negativamente para su elección.
"No puedo olvidarme de recordar a mi padre, que fue un gran colorado", había dicho en su primer discurso luego de su proclamación tras vencer en los comicios de abril.
Su padre fue procesado por enriquecimiento ilícito. Fue uno de los primeros presos de la democracia que se instaló tras la caída de Stroessner, pero finalmente fue sobreseído.
Abdo nunca renegó de sus lazos con el dictador al que visitaba en su exilio dorado. Llevó incluso su féretro hasta un cementerio de Brasilia al producirse su deceso en 2006. Había solicitado que la cúpula del partido Colorado le rindiera tributo.
"Había un parentesco lejano entre mi abuela y la mamá del general Stroessner", aclaró el nuevo jefe de Estado a periodistas.
Los analistas políticos aseguran que la dictadura quedó atrás y señalan que los ciudadanos de menos de 40 años ya no se acuerdan del gobierno autoritario que dejó como saldo unos 400 desaparecidos, más de 20.000 detenidos y torturados y decenas de miles de exiliados, según la Comisión Verdad y Justicia.
De la alta sociedad
Abdo, de 46 años fue criado como un príncipe. Se formó en una de las mejores y más caras escuelas de Asunción, el Colegio San Andrés, donde los nietos de Stroessner fueron sus compañeros de aula. Se graduó en mercadeo en Estados Unidos.
Divorciado de Fátima María Díaz Benza, con quien tuvo dos hijos, Abdo se volvió a casar con Silvana López Moreira Bo, hija de una familia de la alta sociedad de Asunción.
Tiene una sola hermana y siete hermanastros. Asegura haber construido una identidad propia a pesar de su origen, criado entre oropeles y cortesanos.
“Marito del siglo XXI”
Con un movimiento propio, en 2013 Abdo fue elegido senador y ungido presidente del Congreso en 2015, año que marcó el punto de inflexión y de ruptura en sus relaciones con el saliente presidente Horacio Cartes.
En la crisis de marzo de 2017 los opositores reaccionaron con violencia y quemaron una parte del Congreso en protesta contra la pretensión del presidente Cartes de hacer aprobar una enmienda que lo habilitara a la reelección.
"Estuve en la plaza. He defendido nuestro sistema de República", señala Abdo con convicción.
"Ojalá le pueda demostrar al pueblo que yo soy Marito del siglo XXI y que con mi conducta se puedan con el tiempo sentir tranquilos. Yo quiero demostrar que mi compromiso es con el futuro", remarca.
La senadora Esperanza Martínez, perteneciente al partido izquierdista Frente Amplio, vaticinó que con el nuevo presidente "Paraguay será la continuidad del Gobierno de Cartes. No habrá ningún cambio".
Abdo contestó en declaraciones a periodistas antes de asumir: “Yo voy a respetar las instituciones. No voy a entrometerme en otro poder del Estado. Respeto y espero una justicia valiente e independiente. Solamente va a haber paz en el Paraguay si funciona la justicia”.