Cerca de 700 fueron enviados a otras cárceles del país, incluyendo al principal líder del clan, Armando Javier Rotela, quien se encontraba en una celda ubicada en la entrada principal al penal. Confirmaron además que más de 1.000 reclusos serán reasignados en otros centros penitenciarios y el operativo continuará con una limpieza total del penal de Tacumbú.

El viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, confirmó que el operativo Veneratio estuvo planificado desde las altas esferas, tanto del Poder Ejecutivo, Ministerio Público y Poder Judicial, en coordinación con el Ministerio Público. Asimismo, expresó sus condolencias por todas las vidas que se han perdido a consecuencia del enfrentamiento, sobre todo, del agente suboficial ayudante Martín Mendoza, de 30 años, que se ha convertido en el primer Lince fallecido en servicio desde la creación de este grupo táctico.

“Tenemos una unidad de seguimiento procesal en el Ministerio de Justicia, que está ahora mismo en la penitenciaría, apoyando el trabajo de la Dirección de Política Criminal y Penitenciaria con la Dirección de Derechos Humanos para hacer un relevo general de todas las personas privadas de libertad que se encuentran en el penal”, expresó.

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La Policía Nacional reveló la identidad de las 11 personas fallecidas durante el operativo Veneratio, el cual desarticuló las bandas criminales que operan desde la penitenciaría de Tacumbú.

El Gobierno desplegó el operativo Veneratio con el objetivo de desarticular a las bandas criminales que operan desde la cárcel de Tacumbúestá

¿Quién es Armando Javier Rotela?

Armando Javier Rotela, fundador y líder del clan Rotela, empezó en el mundo delictivo desde muy joven, en su ciudad natal de Tobatí. Cuando tenía tan solo 19 años fue detenido e imputado por hurto agravado y asociación criminal, marcando así el inicio de su extenso prontuario por hechos delictivos.

En el 2007, la Policía Nacional empezó a manejar la información de que Rotela utilizaba niños, adolescentes y otras personas para la venta al menudeo de drogas. Posteriormente, se había trasladado al Bañado Tacumbú, donde establecería su zona de influencia y donde logró la denominación de “zar del crac”.

Armando Rotela masificó la venta del derivado de la cocaína y así también amplificó su organización delictiva. En el 2011, la Policía lo detuvo en su casa del Bañado Sur, pero año después se fugó de la cárcel de Misiones junto a otras ocho personas.

En el año 2016, el líder del clan Rotela fue recapturado y siguió manejando los hilos de su organización desde la cárcel de Tacumbú, donde estaba recluido. El 17 de marzo del año 2020 fue condenado a 19 años de prisión más ocho años de medidas de seguridad por posesión y tráfico de drogas.

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