Tras varios días de análisis y debate, la Comisión de Obras de la Municipalidad de Encar­nación emitió un dictamen respecto a las condiciones de construcción y los procesos de habilitación de la obra del edificio que se derrumbó en el barrio San Rafael la semana pasada y se cobró la vida de dos personas.

Los integrantes de la comisión listaron una serie de irregula­ridades que fueron detectadas tras el estudio de los planos presentados para la construc­ción del mismo, confirmando que no contaba con el están­dar de seguridad necesario para su habilitación.

El arquitecto Keiji Ishibashi, concejal y titular de la Comi­sión de Obras de Encarna­ción, explicó en conversación con el programa “Arriba hoy”, emitido por GEN y Universo 970 AM, que de ninguna manera las observaciones administrativas que se rea­lizaron pueden ser conclu­yentes para determinar las causas del derrumbe, esto atendiendo siempre a la bús­queda de la justicia.

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El mismo remarcó que, según la ley, en todos los casos el res­ponsable por la ruina de un edificio es indefectiblemente el constructor, a pesar de si los planos y las aprobaciones se encuentran correctamente ejecutados o no, ya que la res­ponsabilidad recae siempre en quien edifica.

“Lo que sí evidenciamos es que hay una conducta en esta obra en particular de que lo aprobado no es lo que final­mente se construye y eso se pudo verificar tras la fiscali­zación y son cuestiones que se deben de afinar a la hora de protocolizar las aproba­ciones tanto de obras nuevas como de obras de ampliación”, comentó el concejal Ishibashi.

El mismo enfatizó la necesi­dad de afinar los parámetros protocolares al realizar las aprobaciones, ya que, según cada declaración de cons­trucción, se utilizan diferen­tes parámetros de control según las necesidades admi­nistrativas.

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