La sarcopenia es una enfermedad progresiva caracterizada por la disminución de la masa y fuerza muscular relacionada al proceso de envejecimiento. Es una condición que afecta la movilidad del adulto mayor y puede estar asociada a diversas patologías entre ellas el cáncer, diabetes, lupus y osteoporosis. La Nación/Nación Media recogió la opinión de dos reconocidos reumatólogos para abordar este tema.
“La sarcopenia se trata de la disminución de la masa muscular. Nosotros con el correr de los años vamos perdiendo masa muscular, eso es algo que naturalmente va pasando por encima de los 40 a 50 años.
Y en reumatología es una condición que nosotros vemos mucho”, explicó el doctor Armando Mallorquín. Resaltó que la característica principal de esta enfermedad es que el paciente ya tiene dificultad principalmente para la movilización y tiene una predisposición a caídas y las consecuentes fracturas. “Es importante comentar que una de las consecuencias de esta enfermedad es la mayor disminución de la habilidad muscular y consecuentemente la posibilidad de caídas”, afirmó.
En cuanto a los factores predisponentes mencionó que puede ser parte de un proceso fisiológico y el envejecimiento. “Tiene varias causas, una de ellas es el envejecimiento y otra está muy relacionada a la inactividad física. Por eso es importante que todo paciente con diagnóstico de una enfermedad reumatológica sea paciente con lupus, artritis reumatoide o cualquier paciente con una enfermedad autoinmune como tal realice actividades físicas diarias”, dijo.
El médico recomendó practicar ejercicios en casa para mantener la fuerza muscular, entre ellas el uso de botellas de agua o bandas elásticas, subir y bajar las escaleras, las sentadillas utilizando una silla, el levantamiento de piernas estando acostados y por último la caminata diaria.
El especialista consideró fundamental el aspecto nutricional del paciente con sarcopenia. A su criterio se debe aumentar la ingesta proteica: aproximadamente 1,5 g/kg/día de proteínas de alta calidad, conforme indicó. “La suplementación con vitamina D, y eventualmente con creatina. El consumo de hormonas se indica en pocos casos”, aclaró.