Ayer domingo, 12 de enero, se conmemoró el centenario del nacimiento de la beata María Felicia de Jesús Sacramentado, más conocida como Chiquitunga. En la Basílica de San Pedro se realizó una misa en su honor, a la que asistió la colectividad paraguaya. La ceremonia fue concelebrada por monseñor Gilberto Tsogli, encargado de mesa Paraguay de la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
La celebración por el centenario de la beata paraguaya trascendió fronteras, ya que en el Vaticano también realizaron una solemne conmemoración. Ayer domingo, en el altar de la Catedral de San Pedro se celebró una eucaristía presidida por el párroco de la Basílica de San Pedro, monseñor Agnello Stoia.
Esta importante celebración fue acompañada por monseñor Gilberto Tsogli. De esta misa participaron la colectividad paraguaya residente en Roma y alrededores, así como las embajadoras Romina Taboada, ante la Santa Sede, y María Argaña, ante el Gobierno de Italia.
La misa fue organizada por la Embajada del Paraguay ante la Santa Sede con la idea de compartir, desde este punto, con compatriotas y personas de todo el mundo que visitan la Basílica, la alegría del nacimiento, hace 100 años, de la beata paraguaya y que llegue a la mayor cantidad de personas alrededor del mundo.
La pastoral de la Virgen de Caacupé, que se encuentra en Roma y que es dirigida por los paraguayos radicados en este sitio, se organizó para que la misa tenga la mayor participación de compatriotas para esta importante celebración y dejar en alto su fe en la beata Chiquitunga.
ASUNCIÓN Y VILLARRICA
En Asunción, la monja guaireña fue recordada en el Monasterio Carmelitas Descalzas (Nuestra Señora del Carmen 1141 esquina San Rafael) con un programa que contempló confesiones a las 17:30; el rezo del rosario, a las 18:00; la eucaristía solemne por la natividad de Chiquitunga, a las 18:30; así como una merienda en honor a Chiquitunga a las 19:30.
En tanto, en la capital del Guairá, donde se encuentran las reliquias de la beata para esta conmemoración, ayer de tarde, en la explanada de la Iglesia Catedral de Villarrica se previó el rezo del rosario, a las 18:15; celebración de la eucaristía de conmemoración del nacimiento de Chiquitunga, a las 19:00, presidida por monseñor y nuncio apostólico Vincenzo Turturro.
SE DESTACÓ POR SU PIEDAD
A lo largo de su vida, María Felicia trabajó para sus semejantes, se destacó por ser una persona llena de luz, que siempre estuvo alegre, demostrando amor y por su inconmensurable fe.
Chiquitunga nació el 12 de enero de 1925 en la capital del cuarto departamento. Durante su niñez se destacó por su piedad e inclinación hacia las obras de caridad. Siempre buscaba ayudar a los más pobres y los desvalidos de su querida ciudad natal. Ella era la mayor de siete hermanos, y pertenecía a una familia tradicional, de buena posición y educación.
A los 16 años se unió a la Acción Católica y trabajó en la catequesis. El 2 de febrero de 1955 decidió tomar los hábitos de las Carmelitas Descalzas para trabajar por los menos favorecidos y, de esta manera, se desempeñó activamente dentro del movimiento Acción Católica. La monja fue declarada patrona de los jóvenes por la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).
Lamentablemente su vida se apagó un 28 de marzo de 1959, a la edad de 34 años, a causa de una hepatitis. En ese último día, Chiquitunga pidió que le leyeran la poesía de Santa Teresa de Jesús: “Muero, pero no muero”. Sus últimas palabras fueron: “¡Jesús, te amo! ¡Qué dulce encuentro! ¡Virgen María!”.
BEATIFICACIÓN
En 1997 comenzó el proceso de beatificación, el trabajo fue realizado por el arzobispo Felipe Santiago Benítez. En el 2010 fue declarada “venerable” por el papa Benedicto XVI. El 1 de junio, una junta médica del Vaticano dijo que no hay explicación científica para una curación atribuida a su intercesión.
El caso fue de Ángel Ramón, del departamento de San Pedro, quien estuvo muerto durante 20 minutos al nacer en el 2002 y, luego de que la enfermera le encomendara a la venerable, recuperó sus signos vitales. Así la Comisión Teológica del Vaticano había aprobado la beatificación de María Felicia de Jesús Sacramentado, Chiquitunga, y fue beatificada el 23 de junio de 2018.
El 26 de marzo de 2018 arribaron al país las reliquias de Chiquitunga, cuyos restos fueron llevados hasta el Vaticano para su estudio y conservación como protocolo para su reconocimiento. Las reliquias se encuentran en dos urnas que fueron diseñadas por las Carmelitas Descalzas de Asunción con la ayuda de la arquitecta María José Chamorro.