Hoy, domingo 12 de enero, el padre Aldo Trento debía cum­plir 78 años, de los cuales más de tres décadas la dedicó para ayudar a los más necesitados y abandonados de la sociedad en Paraguay. Trento acogió a miles de personas que esta­ban enfermas e incluso ya desahuciados en una de sus obras más importantes: la Fundación San Rafael.

El padre Trento nació el 12 de enero de 1947 en Belluno, Ita­lia. A los 11 años tomó la deci­sión de dejar su casa y a sus padres para ir al seminario de la congregación religiosa de los padres Canosianos. En el año 1972 fue ordenado como sacerdote y empezó su labor para ayudar a los que más necesitaba.

En los años 70 conoció al fundador del Movimiento Católico Comunión y Libe­ración, el siervo de Dios mon­señor Luigi Giussani, fue este encuentro el que lo convenció a viajar a Paraguay. Monse­ñor Giussani lo invitó a cono­cer el país, llegó el 7 de setiem­bre de 1989, donde se quedó hasta el día de su muerte, el 20 de diciembre de 2024.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

PARAGUAY LO ENCANTÓ

Luego de pisar tierra guaraní comenzó a investigar sobre la historia del Paraguay y cuando conoció las Reduccio­nes Jesuíticas quedó encan­tado. Estaba tan empapado sobre la historia de las reduc­ciones que cuando pasó a ser párroco de la iglesia San Rafael solo pensó en conver­tirla en una pequeña reduc­ción.

Siendo párroco de San Rafael nació unas de sus primeras grandes obras, el Centro de Ayuda a la Vida Fundación San Rafael, luego el comedor para gente pobre y la escuela Pa’i Alberto, pero esto no ter­minó ahí, el padre también fundó el Café Literario Van Gogh y la pizzería O Sole Mio, donde todo lo recaudado va a parar a los más necesitados.

Todas estas obras fueron inspiradas en las “Tres reglas del padre Aldo”, una de las primeras es “callos en las rodillas”, de rezar y reco­nocer que el dolor tiene un propósito. La segunda regla es “callos en la cabeza”, para ver la realidad, no dejarse llevar por el pensamiento y la tercera es “callos en las manos”, escribir, trabajar con las manos, hacer.

FUNDACIÓN SAN RAFAEL

El legado más grande del padre Aldo Trento es la Fun­dación San Rafael, que en una primera etapa fue un centro de ayuda. El 19 de abril de 1999 pasó a ser fundación en la que hasta la fecha atiende a personas vulnerables en el área de salud, educación, ali­mentación, en la formación humana y espiritual.

Además, acoge gratuita­mente a enfermos terminales de cáncer y sida, como tam­bién a ancianos en situación de calle o que son rechazados por sus familiares. A todos el padre acompañaba para que puedan tener un descanso digno, y les brindaba todos los sacramentos que profesaban.

En la fundación también dan un espacio para los niños enfermos y que fue­ron abandonados o huérfa­nos que se encuentran en riesgo, todos reciben educa­ción escolar básica y talleres. La fundación es sostenida por la Divina Providencia, que se vale de la caridad de los amigos como de la pizze­ría y cafetería, donde todo lo recaudado es destinado a estas caridades.

FALLECIÓ A LOS 77 AÑOS

Tras vivir 35 años en Para­guay, el reconocido sacer­dote italiano falleció a los 77 años, el 20 de diciembre de 2024. Durante estas más de tres décadas se dedicó por completo a atender y visi­bilizar las necesidades de los enfermos en situaciones vulnerables. El padre Trento incluso fue reconocido por el papa Francisco por su labor durante su visita en julio de 2015.

La Cámara de Senadores en el año 2018 le otorgó un reco­nocimiento por la asistencia a personas de escasos recur­sos y enfermos terminales; además de su popularidad por su destacado trabajo a favor de los más necesitados que inclusive traspasó fron­teras, consiguiendo la ayuda en muchas ocasiones de orga­nismos católicos internacio­nales para continuar con su labor al frente de la organi­zación San Rafael.

Déjanos tus comentarios en Voiz