- Por Dolly Galeano
- Ciudad del Este: Agencia Regional
Con la entrada en vigencia de la Ley 6486/20 de “Promoción y protección del derecho de niños, niñas y adolescentes a vivir en familia”, que regula las medidas de cuidados alternativos y la adopción, el Hogar Infantil Las Tías, de Ciudad del Este, es la primera institución de Alto Paraná que aplica el modelo familiar para los menores de edad.
Por esta ley, los niños que están en hogares de abrigo deben vivir en un sitio de convivencia similar a la de una familia y ya no en lugares con habitaciones comunes entre todos. Cristina Brítez, fundadora y directora de Las Tías compartió con La Nación/Nación Media la experiencia de este nuevo concepto aplicado en el hogar, instalado en junio de 2024.
“Este modelo realmente cambió las condiciones de vida de los niños albergados en el hogar, por la similitud a una verdadera familia; los niños, niñas y adolescentes le tienen a una mamá que los cuida, los escucha, con quien hacen sus tareas, es un cambio muy positivo para los albergados”, explicó.
El hogar de los menores de edad está en un edificio de 12 departamentos y en cada uno viven siete niños, además de la tía que los cuida. El local fue construido por la Fundación Las tías para implementar el nuevo modelo contemplado en la ley. Hoy son 70 niños, niñas y adolescentes.
Brítez remarcó que la cuidadora de cada uno de los grupos de niños “es una referente que hace las tareas de una madre sustituta”.
NECESITAN MÁS RECURSOS DEL ESTADO
Los gastos de manutención se han triplicado con el nuevo modelo, que actualmente cuentan con 12 cuidadoras y 3 personas suplentes. Para 12 departamentos, “lo ideal sería contar con 24 cuidadoras, para que puedan alternar los descansos; se tendría que conseguir rubros para salarios de las referentes ante la alta responsabilidad que tienen”, sostuvo la directora. Asimismo, mencionó que en el hogar cuentan con recién nacidos, niños con capacidad diferente.
Informó que el gasto aproximado es de 100 millones de guaraníes por mes que son cubiertos “golpeando puertas”, mediante empresas con responsabilidad social, sociedad civil, universidades, colegios, iglesias y el Ministerio de la Niñez, “que nos ayudan a llevar adelante este titánico desafío que cada día resulta más difícil, pero no imposible”.