En su mensaje a la feligresía y a las autoridades nacionales, el presbítero César Nery Villagra, de la parroquia San Roque de la diócesis castrense, pidió tener especial atención a los migrantes, al destacar que ellos cooperan con el progreso y el desarrollo de nuestro país. La misa de ayer viernes fue presidida por el obispo emérito de Caacupé, monseñor Claudio Giménez.

“Aspiramos a la vida eterna, a la gloria futura, a la resurrección gloriosa en virtud de la sangre preciosa de Cristo y mientras peregrinamos en este mundo, en consecuencia, debemos tener una especial atención a los migrantes. Rechazar al migrante es un grave pecado, nos dice también el santo padre”, señaló.

El celebrante afirmó que en el Paraguay muchos migrantes, hijos y descendientes extranjeros que “han venido a nuestras tierras, han ayudado a engrandecer nuestra nación, a cooperar con el progreso y el desarrollo”.

Instó a abrir el corazón al forastero que busca lejos de su casa mejores horizontes y puso como ejemplo a María, que migró de Egipto junto con su esposo para proteger la vida de su hijo Jesús. El religioso desarrolló una homilía siguiendo netamente los pasajes bíblicos leídos durante la celebración litúrgica.

El padre Villagra recordó además que esta peregrinación anual hasta la basílica es una cita ineludible con la fe, con la esperanza, “sobre todo en este año jubilar que el papa Francisco inaugurará con la apertura de la Puerta Santa en Roma”.

“Dios nos espera para salvarnos ante las situaciones difíciles, ante las enfermedades, las calamidades. Queridos hermanos y hermanas, todos somos peregrinos de esperanza, especialmente los migrantes”, significó.

Una gran cantidad de fieles acompañó la liturgia ayer viernes y también se observó que la peregrinación a Caacupé va aumentando a lo largo del trayecto de la ruta PY02, principalmente desde Kurusu Peregrino con destino al Santuario.