Dos jóvenes de la comunidad indígena Toba Maskoy, que se encuentra ubicada en el Chaco paraguayo, lograron culminar sus estudios en la ciudad de Asunción y ahora desean ser docentes. Tienen la idea de poder estudiar y volver a sus comunidades para compartir sus conocimientos a su pueblo.

Se trata de Noelia Sosa y Larissa Machuca Colmán, ambas con 21 años, que llega­ron desde su lejana comunidad de la mano de las religiosas de María Inmaculada que están a cargo de la residencia Kuña­taî Róga, sitio donde se queda­ron hasta finalizar sus estudios secundarios.

Ambas fueron alumnas del colegio Centro 137 para per­sonas jóvenes y adultas, que se encuentra en el Club de Leones del barrio Ciudad Nueva, zona del Mercado 4. “Son chicas muy guapas, venciendo todos los obstáculos, dejando a sus familias y la comunidad que las vio nacer”, detalló la profesora Gladys Minella, en entrevista con La Nación/Nación Media.

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La docente se siente muy feliz de ver el progreso de las jóve­nes que pese a la situación por la que pasaron, no se rindie­ron porque tenían el sueño de poder culminar sus estudios básicos y para luego conver­tirse en profesionales. “Ellas me contaron que ni agua pota­ble tienen en su comunidad. A veces solo comían una vez al día y sufrieron muchas nece­sidades”, indicó.

Minella afirmó que son perso­nas muy nobles y que tienen sueños muy hermosos, que todo lo que pasaron para cul­minar el colegio puede servir como inspiración para otros estudiantes o miembros de la comunidad indígena. “Hay alumnos que lo tienen todo y no quieren estudiar, que ellas sirvan de ejemplo para todos”, explicó.

La docente agregó que en la residencia hay un total de 42 mujeres indígenas que tam­bién van por el mismo camino que estas jóvenes. “Es un motivo de orgullo para mí, por­que soy su maestra de apoyo y es increíble como se esfuerzan para salir adelante. Tienen los mismos sueños que otros estu­diantes, pero muchos no tie­nen esa posibilidad”, aseguró.

AMBAS SUEÑAN CON SER DOCENTES

Para Larissa, esta fue una oportunidad increíble y que ahora tiene la posibilidad de volver a su pueblo para poder ayudar a su gente, pero aún tiene un sueño por cumplir, el de ser maestra. “Mi sueño es ser docente y poder enseñar a los chicos de mi comunidad”, expresó a LN.

Brindó un lindo mensaje para los jóvenes indígenas, el de seguir sus sueños y sus estu­dios que les abre muchas puer­tas. “Estudien, ya que la vida se gana siendo inteligente, pídanle a Dios que les dé sabi­duría e inteligencia. Den gra­cias y no sean mal comporta­dos para que sean alguien en la vida”, indicó.

Por su parte, Noelia se mostró muy feliz de poder culminar el colegio porque son pocas las personas que llegan a esto en su comunidad. “Me siento muy emocionada por haber termi­nado mi colegio. Mi sueño siempre fue ser profesora y espero cumplirlo a partir de ahora”, destacó.

Pidió a miembros de su comu­nidad no rendirse y a seguir sus sueños, que pueden pre­sentarse varios obstáculos, pero no serán motivos para rendirse. “El mensaje que quiero dejar es que sigan siempre adelante, aunque sea muy difícil, porque todo se logra con esmero y dedi­cación”, puntualizó.

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