El ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, con­firmó que ha iniciado un proceso para separar a las personas privadas de libertad que no cuentan con condena de aquellos que aún están con procesos abiertos. Esto con el objetivo de que los pro­gramas de reinserción sean más efectivos y que el penal de Tacumbú deje de ser una “escuela del delito”.

“Es una deuda histórica que tiene la administración del Ministerio de Justicia con el sistema penitenciario que nos va a permitir tener mayor efectividad a la hora de aplicar estos programas. Ese es el pro­blema que históricamente ha desencadenado otros proble­mas mayores”, expuso el titu­lar de cartera ante la 650 AM.

Nicora indicó que el impacto social que ha generado que una persona que comete un hecho punible por primera vez e ingresa a un sistema en el que todos los reclusos están integrados convirtie­ron a Tacumbú en un lugar donde las personas aprenden a delinquir, lo que origina un agravante al problema social antes que una solución.

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“Cuando hablamos de per­files de personas que están mezcladas, tanto procesadas como condenadas y de dife­rentes hechos punibles, estos programas de reinserción no van a ser efectivos como sí lo son cuando ya están orienta­dos a la clasificación y separa­ción de estas personas”, aña­dió. Asimismo, indicó que este trabajo se viene planificando desde hace meses.

El jefe de cartera manifestó que no ha sido una tarea fácil porque Tacumbú siempre tuvo un hacinamiento importante, contando con unas 4.000 per­sonas privadas de libertad. A partir de Veneratio, el opera­tivo desarrollado en diciembre de 2023, se ha podido reducir considerablemente esta cifra y actualmente el penal alberga a 1.970 reclusos, de los cuales 1.114 están procesados y 856 tienen condena.

“Mirando los planos del cen­tro penitenciario y buscando una reingeniería de lo que es hoy día Tacumbú, logramos consensuar con los arquitec­tos y con el equipo de obras del Ministerio de Justicia, la posibi­lidad de que los pabellones que se encuentran en la última parte del centro penitenciario, que son pabellones nuevos y donde antes estaban alojadas organi­zaciones criminales, puedan ser utilizados exclusivamente por personas con condena”, detalló.

De esta forma, se hizo una división de esa sección de la penitenciaría que cuenta incluso con un nuevo acceso. Por otro lado, la parte de ade­lante alberga a los procesados, convirtiéndose en un Centro Nacional de Prevenidos, donde ratificó Nicora que única­mente pueden estar personas con procesos abiertos.

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