Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, fue trasladado por la tarde del martes, por orden de la jueza Rosarito Montanía, al penal de máxima seguridad de Minga Guazú, donde cumplirá su condena en régimen cerrado. Se encontraba recluido en la cárcel militar de Viñas Cué. Insfrán está procesado en el marco del operativo A Ultranza Py, por el cual estuvo prófugo desde febrero de 2022 hasta su captura en Río de Janeiro (Brasil) en febrero de 2023, y su extradición a Paraguay, en mayo de 2023.
El operativo de traslado fue realizado por autoridades del Ministerio de Justicia con el acompañamiento de personal de la Fuerzas de Operaciones Policiales Especiales (FOPE) de la Policía Nacional. El viaje desde Asunción hasta Ciudad del Este se realizó por vía aérea y posteriormente vía terrestre para llegar hasta Minga Guazú, Alto Paraná.
“El módulo 8 de alto perfil o máxima seguridad tiene una capacidad para 82 personas, es una persona por celda, con un régimen cerrado especial de unas 22 horas prácticamente dentro de la celda, donde tienen dos horas para el receso y caminata dentro de un espacio asegurado y con medidas de restricciones”, indicó el viceministro de Política Criminal, Víctor Manuel Benítez, a la 1080 AM.
Benítez explicó que la penitenciaría tiene una capacidad total para 1.237 personas, la cual se está cumpliendo de manera gradual, con el inicio de los traslados desde diferentes puntos del país, que abarcan no solo a personas privadas de su libertad de alto perfil, sino que también aquellas de perfil convencional o normal para descomprimir otros centros reclusorios.
DESVINCULAN A 9 FUNCIONARIOS
La complicidad de funcionarios y agentes penitenciarios del penal de Emboscada ocasionó la violación de protocolos y dispositivos de seguridad, por lo que el Ministerio de Justicia abrió un sumario administrativo. Tras esa investigación se procedió a la desvinculación de un total de 9 funcionarios y agentes penitenciarios que permitieron la vulneración de equipos de vigilancia y el protocolo de disciplina, según el Ministerio de Justicia.
El hecho se registró en los primeros días de julio, por lo que se tomaron todas las medidas respectivas: la apertura de un sumario, comunicación al Ministerio Público y la desvinculación de funcionarios y agentes. En un informativo institucional, autoridades refieren que el control y la seguridad en los pabellones de alta seguridad, tanto en el penal de Emboscada como en la nueva penitenciaría de Minga Guazú, están garantizados.