Usted podría ser hipertenso, pero desconocer que lo es. Según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicados en marzo del año pasado, el 46 % de los adultos hipertensos no sabe que padece dicha afección.

En el mundo, se estima que existen 1.280 millones de hipertensos de 30 a 79 años, la mayoría residentes en países de ingresos bajos o medios.

En Paraguay, el 38,6 % de la población lo padece de acuerdo a datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en junio del año pasado. El 41 % de los afectados es del sexo masculino y vive principalmente en áreas rurales (44,6 %). La afectación a mujeres llega al 36,1 %.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

¿Cuándo se considera que uno tiene presión alta? Para responder a esta y otras interrogantes sobre esta afección acudimos a la cardióloga María Paniagua, quien aclaró a La Nación que la presión alta es aquella que está encima de 130-80 o 13-8.

María Paniagua, cardióloga.FOTO: ARCHIVO

“Los adultos mayores que mantienen una presión de 140-60 tienen más tendencia a llegar a la presión máxima; entonces, deben ser evaluados en forma individual, si se trata de una hipertensión real o es simplemente un endurecimiento de las arterias”, explicó la profesional.

LOS MÁS PROPENSOS

Consultada sobre quiénes son más propensos a tener hipertensión arterial, respondió que son aquellas personas con antecedentes familiares de hipertensión arterial, ya sea el papá o la mamá, pero si son ambos padres la posibilidad de padecerla es prácticamente del 100 %.

“Esto no significa que indefectiblemente va a ser hipertenso a temprana edad. Si esa persona cuida su estilo de vida, su alimentación es sana, no tiene sobrepeso, hace ejercicios físicos, puede retrasar la aparición de la hipertensión arterial. En los hombres, por ejemplo, en vez de empezar a tener hipertensión a los 30 años, puede aparecer recién a los 60 o 70 años, cuando ya es menos agresiva”, aclaró a La Nación.

Agregó que las personas que no tienen antecedentes familiares de hipertensión arterial, pero que son obesas, sedentarias, fuman y no mantienen una alimentación saludable, por más de que no estén marcadas por la herencia, igual van a tener hipertensión arterial.

“La grasa que está en la panza, ya sea de varón o mujer, se convierte en un órgano endócrino que segrega hormonas que producen hipertensión arterial. Esta persona, que no tiene antecedentes familiares, al bajar de peso y cambiar su estilo de vida, puede curarse de su hipertensión arterial”, aseguró.

La doctora Paniagua precisó que el caso de la mujer es muy diferente al del hombre frente a la presión alta. Explicó que las mujeres jóvenes tienen la protección del estrógeno; entonces, por más de que tengan antecedentes familiares de hipertensión arterial, está protegida con la hipertensión.

“La mujer, mientras esté menstruando, tiene la protección del estrógeno. Probablemente, tenga tendencia más bien a la hipotensión que a la hipertensión. Esta afección puede aparecer recién alrededor de la menopausia, que es el momento más riesgoso, porque podría derivar incluso en complicaciones, en un accidente cerebrovascular o en infarto agudo del miocardio”, subrayó.

DOS RAMAS DE TRATAMIENTO

El tratamiento de la hipertensión arterial incluye dos ramas, explicó la doctora. Una es el tratamiento no farmacológico, que es el cambio de estilo de vida, o sea, hacer la dieta sin sal, una alimentación saludable, bajar de peso, hacer ejercicios físicos.

“El ejercicio físico es sumamente importante porque no solamente ayuda a mantener la presión arterial al dilatar las arterias, sino que también a bajar de peso, disminuir la panza, el riesgo de hipertensión arterial y también combate el estrés, uno de los factores importantes para mantener la presión elevada”, enfatizó.

Paniagua remarcó la segunda rama, que es el tratamiento farmacológico. “El último escalón del tratamiento de la presión alta es el tratamiento farmacológico con indicación y supervisión de un profesional de la salud”, argumentó y lamentó que muchas veces los hipertensos se medican guiados por recomendaciones de una vecina o de un familiar.

“Cada persona responde a los medicamentos en forma diferente y hay que hacerlo en forma individualizada, nunca automedicarse, consultar para que el médico decida qué fármaco le viene bien a su hipertensión arterial”, instó.

Déjanos tus comentarios en Voiz