Durante la madru­gada de ayer mar­tes varios vuelos no pudieron aterrizar en el Aero­puerto Internacional Silvio Pettirossi debido a una espesa niebla que redujo significati­vamente la visibilidad. Este fenómeno meteorológico afectó gravemente las opera­ciones aéreas, causando des­víos y demoras considerables.

Los bancos de niebla en los aeropuertos presentan un desafío significativo para las aerolíneas, ya que dificultan la visibilidad de la pista y los obstáculos, complicando las operaciones de despegue, ate­rrizaje y rodaje de las aero­naves. La niebla reduce la visibilidad a niveles que impi­den a los pilotos ver lo sufi­ciente como para aterrizar de manera segura.

Para operar de manera segura, se requiere un mínimo de visibilidad de 700 metros. En el momento de la cancelación de los vuelos ayer de madrugada, la visibilidad en el aeropuerto era de solo 600 metros.

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Varios vuelos internaciona­les fueron desviados debido a estas condiciones. Un vuelo de Aerolíneas Argentinas proveniente de Buenos Aires fue desviado al aeropuerto de Resistencia, donde intenta­ron nuevamente aterrizar. Al continuar la niebla, el avión regresó a Buenos Aires.

Otro vuelo de Avianca proce­dente de Bogotá fue desviado al Aeropuerto Internacional Viru Viru en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. También fueron desviados al mismo aeropuerto vuelos de Copa Airlines desde Panamá y Air Europa desde Madrid. Por su parte, un vuelo de Latam Air­lines desde Lima fue desviado al Aeropuerto Internacional de Campo Grande en Brasil.

El equipo de planificación de vuelos toma decisiones cru­ciales en estos casos, como cargar combustible adicio­nal para permitir que las aero­naves sobrevuelen un aero­puerto afectado por la niebla o desviar el vuelo a otro aero­puerto si las condiciones no mejoran.

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