Durante toda una semana, agentes de la Secretaría Nacio­nal Antidrogas (Senad), con el respaldo de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), trabajaron en varias intervenciones en campamentos de plantación de marihuana entre las zonas de Corpus Christi, Brítez Cué y alrededores.

Según el informe de las autori­dades, se logró sacar de circula­ción un total de 326 toneladas de marihuana que represen­taría un perjuicio económico al crimen organizado que supera los 9 millones de dóla­res. Se lograron eliminar ade­más 107 hectáreas de cultivos ilícitos, la mayoría de estos tra­bajados por comunidades indí­genas que responden a las órde­nes de referentes criminales.

El ministro de la Senad, Jalil Rachid, destacó el trabajo en conjunto entre las diver­sas instituciones, remar­cando que gracias al apoyo de la Fuera Aérea Paraguaya se pudo contar con una mar­cada presencia en la zona de los campamentos con muy difícil acceso y mantener grupos de patrullajes permanentes.

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“Lo que volvemos a reiterar es que en Canindeyú tenemos que conseguir que vuelva a reinsta­larse esa tranquilidad que es la que debe de imperar en la zona y es por eso que denominamos Regresión II a este operativo”, comentó Rachid en un men­saje institucional brindado ayer lunes.

El mismo destacó que en esta incursión se lograron destruir 21 campamentos en total, dando así otro fuerte golpe en materia organizacional a la estructura del crimen de la zona, esperando así debilitar la industria local del narcotráfico. Los fiscales que coordinaron las irrupciones de Regresión en su fase II fueron Chris­tian Royg e Inés Estigarribia.

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