Si bien en nuestro país actualmente las mujeres gozan de la posibilidad de desarrollar una vida política y cívica activa, la concesión de estos derechos para las mujeres paraguayas significó un largo proceso de lucha. Una de las organizaciones femeninas clave para el logro del voto femenino fue la Liga Paraguaya Pro-Derechos de la Mujer. Esta entidad fue fundada un día como hoy, pero del año 1951, por la destacada abogada feminista Mercedes Sandoval de Hempel y estaba constituida por mujeres organizadas en su mayoría abogadas y universitarias, afiliadas al Partido Colorado y otros movimientos políticos de la época.
La primera presidenta de la organización fue Concepción Rojas Benítez, representante paraguaya ante la Comisión Interamericana de Mujeres, inmediatamente tras su fundación las integrantes de la liga empezaron a trabajar para conseguir el sufragio femenino con la presentación del proyecto por la “igualdad civil y política de ambos sexos”.
Entre los fines de la Liga Paraguaya Pro-Derechos de la Mujer se destacaron una campaña de carácter nacional, tendiente a la obtención de la igualdad de derechos, sin distinción de sexos, y para el efecto se desarrollaron una labor de divulgación cultural, capacitación de la mujer con el fin de que las leyes puestas en vigor den el resultado esperado de un mejoramiento en el orden individual, familiar y social.
También promovieron la conciencia colectiva en favor de los derechos de la madre y el niño, velaron por el mejoramiento de las condiciones de trabajo de las mujeres empleadas y obreras, propiciaron acciones tendientes a la conservación de las buenas costumbres, y sembraron ideas de justicia, orden, paz y progreso, dentro de los principios democráticos que nos rigen.
La Liga además ayudó en la medida de sus posibilidades a la publicación, difusión y presentación de obras científicas, literarias y artísticas producidas por la mujer, bregó por la elevación del nivel cultural, profesional y económico-social de la mujer, coadyuvando en las tareas de alfabetización de adultos con creación de escuelas vocacionales y cualquier otro medio indicado para el efecto.
ACCIONES
El primer proyecto definido de La Liga fue presentado el 25 de agosto de 1951 a la Cámara de Representantes por el congresista colorado Hipólito Sánchez Quell, durante la sesión en que se trató la ratificación de la Convención Interamericana sobre la Concesión de los Derechos Civiles y Políticos a la Mujer de la Organización de los Estados Americanos (OEA), firmada en Bogotá en 1948, pero el proyecto no logró prosperar.
Ante la no aprobación del anterior proyecto, La Liga presentó un nuevo proyecto de ley en 1952, esta vez de la mano del congresista Manuel B. Mongelós, bajo el título “Por el que se reconoce la igualdad jurídica del hombre y la mujer en el ejercicio de sus derechos”, pero tampoco fue considerado.
La Liga escribió una nota al Congreso, la cual no obtuvo ninguna respuesta. También apelaron al Ministerio de Justicia, pero obtuvieron solo el silencio de la institución. Ante este escenario, la organización insistió y finalmente en 1953 se conformó una Comisión de Juristas que redactó un nuevo anteproyecto de ley para los derechos civiles de las mujeres.
Los analistas fueron los abogados J. Augusto Saldívar, Manuel B. Mongelós y Luis de Gásperi y tras meses de trabajo y posterior análisis, el Congreso aprobó la Ley 236 de los Derechos Civiles de la Mujer, en donde quedaron rezagados varios de los artículos fundamentales para garantizar la aplicación de la ley.
“Los derechos de la mujer eran nulos. La mujer era considerada no solamente en Paraguay, sino que en la región, como una suerte de niño, dependiente siempre del padre, hermano o el marido y así sucesivamente y más aún cuando contraía matrimonio porque se anulaban sus derechos y dependían completamente de la voluntad del esposo”, explicó la historiadora y profesora Noelia Quintana.
Las mujeres integrantes de La Liga no se sintieron satisfechas con la aprobación de la Ley 236 y decidieron luchar por los derechos políticos, y empezaron a través del periódico “El feminista”, vocero oficial del movimiento, destacar las ventajas que tendría para la democracia y el desarrollo del país a nivel internacional que las mujeres puedan sufragar y participar activamente de la vida cívica.
La profesora Quintana destacó que una de las estrategias utilizadas por La Liga era justamente realzar el protagonismo de las mujeres en etapas cruciales de la historia paraguaya como, por ejemplo, las guerras, donde gracias a la donación de sus únicos bienes propios que eran sus joyas las mujeres de la época lograron sostener gran parte de las contiendas.
En 1960 Paraguay recibió la visita de la doctora Graciela Quan Valenzuela, presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres parte de la OEA, para ese entonces nuestro país era el único de la región que aún no contaba con el voto femenino y si bien la visita de la Dra. Quan fue estimulante no logró cambiar la condición política de las mujeres paraguayas.
PROMULGACIÓN
“Paraguay estaba muy rezagado con relación a los países circundantes vecinos y a toda Sudamérica y era básicamente algo contrario al espíritu de la época, en la que ya existía un progresismo de abarcar más a toda la sociedad en el rango de votación, incluso muchas sufragistas organizaron movilizaciones y repartirían panfletos que decían ‘En Paraguay votan los extranjeros, pero no las mujeres’”, señaló Quintana.
Finalmente, el 5 de julio de 1961, el Ejecutivo promulgó oficialmente la Ley 704/61 de derechos políticos de la mujer, luego de 7 años de lucha constante por parte de Liga Paraguaya Pro-Derechos de la Mujer que posterior a este triunfo paso a llamarse Liga Paraguaya de los Derechos de la Mujer.
La historiadora Noelia Quintana explicó que si bien a partir de este hecho se abrieron espacios políticos para las mujeres no se dio de manera igualitaria el hecho de que las mujeres se presenten a elecciones y sean votadas, motivo por el cual la representación parlamentaria o en cargos públicos era prácticamente nula.
“Actualmente, la mujer paraguaya está visualizada en la política paraguaya, pero comparando con los varones es en un porcentaje mucho menor, lamentablemente aquí en Paraguay las mujeres que ejercen un rol de decisión están muy expuestas a la violencia de todo tipo, por su condición de ser mujeres y aún tienen una lucha importante que realizar por ganar la igualdad completa”, comentó Noelia Quintana.