- Por Karina Ríos
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Desde hace poco más de un año, la pareja integrada por María Angélica Villalba y Vicente Emilio Fariña decidió emprender su propio negocio de venta de mosto o jugo de caña de azúcar, luego de quedarse sin trabajo. Hoy, con orgullo, busca que las propiedades de esta tradicional bebida sean conocidas y mantener su familia.
La idea nació de Vicente, quien desde pequeño siempre amó esta bebida y cada vez que pasaba por un puesto soñaba con preparar el mosto para servirlo bien helado. Creció con esa idea y cuando perdió su trabajo no dudó en comprar su propio carrito para preparar la bebida.
“A mi marido (Vicente) siempre le gustó la idea de vender mosto. Me contó que desde chico le gustaba visitar los puestos de ventas y soñaba con poder preparar esta bebida tan deliciosa y tan nuestra”, detalló Angélica su historia de superación a La Nación/Nación Media.
Explicó que en tiempo de la pandemia del covid-19 ambos quedaron sin trabajo y que por mucho tiempo Vicente estuvo internado. Luego de salir de alta lo primero que hizo fue visitar un puesto de mosto y le comentó al dueño del local que su sueño era tener un carro para preparar la bebida.
“Hace poco más de un año volvió a tener covid y como estuvo mucho tiempo internado la empresa en la que trabajaba decidió liquidarlo. Ahí volvió la idea de tener su puesto de mosto y sin dudar compró para su carrito, pese a que eso significaría que quedaríamos sin ingresos”, confirmó María Angélica.
DECIDIMOS EMPRENDER
Pese a desconocer totalmente el proceso de preparación y los beneficios de la caña de azúcar, la pareja decidió emprender e instaló su puesto, llamado “Mosto Vicetto Bull”, en el barrio Kennedy de la ciudad de Capiatá. El carrito está ubicado sobre la calle Fulgencio Cabrera, camino a La Lomita, pero la pareja aclaró que puede ir a cualquier parte del país donde se la convoque.
“Las ventas son muy buenas en temporada de verano, porque el mosto es una bebida que generalmente se consume bien fría y corta totalmente la sed. Es muy refrescante y hay personas que valoran mucho esta bebida, que es tan nuestra”, apuntó María Angélica.
COMIDAS TÍPICAS Y TORTA DE MIEL
La mujer indicó que pese a que las ventas del mosto helado cesaron desde el ingreso del frente frío, esto no los desanimó, ya que se animaron a vender comidas típicas y la tradicional torta de miel. Agregó que también preparan mosto sobre pedido contactando al (0983) 646-928.
“Hacemos comidas típicas para poder llegar al verano, pero no nos rendimos, siempre ofrecemos el mosto. También torta de miel, empanada de mandioca, payaguá y empanada de harina, todos son productos caseros que preparamos en casa para salir a vender”, señaló María Angélica.
MOSTO CALIENTE
Angélica indicó que el mosto también puede consumirse caliente, con leche, como una especie de café o cocido, pero que esto se desconoce y por eso en temporada de invierno las ventas bajan rotundamente. Se usa como energizante, para cortar la fiebre y los problemas de indigestión, apuntó.
“El mosto tiene propiedades medicinales, calma la sed y es refrescante. Tengo una clienta que usa el mosto para endulzar su café, té, cocido y jugos. En casa consumimos mosto caliente con leche y mate dulce, solo que eso la gente no conoce”, refirió.
RECORREN EL PAÍS
El carrito con el que trabajan Vicente y María Angélica es móvil, por lo que pueden llevar esta dulce y tradicional bebida a varios puntos del país. “Nuestro carrito lo llevamos a todas partes, porque lo remolcamos con nuestro vehículo. Nuestro hijo Matías siempre nos ayuda y acompaña”, manifestó en LN.
Resaltó que suelen participar en ferias como la de la Costanera de Asunción y que esperan poder llegar a más puntos. “La idea es llegar y hacerle conocer a la gente sobre el mosto, porque se perdió mucho el consumo de esta bebida y es algo bien nuestro. Los niños son los más interesados y no dudan en probar”, puntualizó.
UBICACIÓN
El puesto de venta de mosto de Vicente y María Angélica se encuentra ubicado sobre la ruta Fulgencio Cabrera del barrio Kennedy y está abierto desde las 11:00 hasta las 18:00, todos los días. El mosto se vende en botellas de medio litro, de un litro y hasta de tres. La pareja también da trabajo a una persona que les provee, a diario, de la caña de azúcar.
“Para una botella de medio litro, que vendemos a 6.000 guaraníes, usamos 10 varas de caña de azúcar. El litro cuesta G. 12.000. Esperamos a la ciudadanía en nuestro puesto, para que puedan probar el mosto y conozcan sus propiedades”, concluyó.