- Ciudad del Este. Agencia regional.
Luego de varios años de atraso de la obra y un periodo de conclusión, ajuste e incorporación de más construcciones, la estructura edilicia del nuevo Centro Penitenciario de Rehabilitación y Reinserción Social de Minga Guazú empezó a tener desde ayer, pasado el mediodía, a sus primeras personas privadas de libertad, todas con condenas, como parte de la inédita separación entre prevenidos y condenados en un recinto penal del país.
El ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, acompañó desde el miércoles la selección de los que iban a ser trasladados y ayer informó que de 536 personas condenadas que se encontraban en la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este, fueron llevadas a Minga Guazú 40 de ellas, todas para las celdas convencionales. Ninguno fue llevado todavía para el pabellón de máxima seguridad. Cuando se habilitó el nuevo recinto penal hace quince días, el Ministerio de Justicia había informado que irían 55 condenados, de los cuales, 15 iban a ser para el sector de máxima seguridad, pero ayer, al iniciarse el traslado, el ministro Nicora informó que son 40.
El titular de la cartera de Justicia indicó también que evaluaron 130 perfiles entre los condenados y tuvieron en cuenta los siguientes aspectos para la selección: haber cumplido más del 50 por ciento de la sentencia, buen comportamiento dentro del presidio, perfil de salud (no tener patologías contagiosas como tuberculosis), crimen cometido y otros aspectos, según expresó Rodrigo Nicora. “Trabajamos con los perfiles, como yo les llamo, los más buenitos. Encontramos muy buena predisposición, no hubo incidentes”, refirió Nicora, consultado si hubo alguna resistencia para el cambio.
El siguiente traslado de personas condenadas se haría en una semana y media, aproximadamente, según el ministro de Justicia, y ese grupo ya tendría otro perfil. Dijo que estará trabajando en eso y mientras irán recopilando las informaciones de funcionamiento del nuevo recinto y ajustar lo que haga falta corregir.