El descenso de las temperaturas conlleva un incremento en los casos de resfriados, gripe y otras enfermedades respiratorias, tales como la influenza, parainfluenza, rinovirus, el SARS-CoV-2 y el VSR, favoreciendo su proliferación.
La gripe es una infección causada por virus del género influenzavirus. En el caso de los virus del resfriado, son provocados por un cóctel de patógenos, entre los cuales se encuentran los rinovirus (los virus nasales más abundantes) y el virus sincitial respiratorio (VSR). Estos virus, de incidencia estacional, se desenvuelven mejor con bajas temperaturas. Aunque circulan durante todo el año, tienen un mayor impacto desde el mes de mayo, con la llegada de los días fríos.
Los profesionales médicos explican que hay más casos respiratorios en la temporada de frío. En el caso del virus sincitial respiratorio (VSR), es el virus más frecuente de infección respiratoria aguda que provoca la inflamación de los bronquios y los bronquiolos, los conductos más pequeños que llevan el aire dentro del pulmón, lo que dificulta la respiración. Al igual que los demás virus respiratorios, el VSR circula durante todo el año, pero tiene mucho más impacto en la época de frío, ya que las bajas temperaturas crean un ambiente ideal para su propagación.
La doctora Sonia Pereira, pediatra neonatóloga, comentó que en invierno se pasa más tiempo en espacios cerrados, lo que aumenta la probabilidad de entrar en contacto con patógenos. Además, otro factor es el uso de la calefacción, lo que provoca que el ambiente se reseque y, por consiguiente, disminuya la efectividad de las mucosas.
“Es importante entender que los cilios, que son las vellosidades que están en la cavidad nasal, son un sistema de defensa de la nariz. La calefacción reseca el ambiente y reduce la actividad de los cilios. Teniendo en cuenta que la mucosa está diseñada para filtrar, calentar y humedecer el aire que respiramos, al estar en un ambiente seco, la mucosa pierde movilidad al deshidratarse, siendo menos efectiva en su función, lo que permite que los virus entren por las vías aéreas y produzcan enfermedades”, señaló Pereira.
Aunque la mucosidad es siempre molesta, una capa de esta sustancia hidratada protege las vías respiratorias, ya que sirve de barrera contra los microorganismos. Por el contrario, la ausencia de mucosidad implica la desaparición de esa protección, lo que facilita la entrada de cualquier tipo de patógenos por vía nasal, especialmente aquellos virus que están especializados en infectarnos por esta vía, como los rinovirus.
“Por eso instamos a todos los padres y cuidadores a que insistan en la correcta aplicación de medidas para prevenir cualquier tipo de enfermedades respiratorias, incluyendo el lavado de manos, ya que el virus se disemina a través de diminutas gotitas que van al aire cuando una persona enferma se suena la nariz, tose o estornuda”, finalizó la doctora Sonia Pereira, pediatra neonatóloga del Hospital San Pablo.