Un grupo de jóvenes ofi­ciales paraguayos que tenían entre 20 y 28 años de edad y que provenían del interior del país gestaron la revolución del 14 y 15 de mayo de 1811, que dio paso a la creación del Paraguay independiente. Aquella noche, los revoluciona­rios se apoderaron de los prin­cipales cuarteles de Asunción.

Entre aquellos oficiales esta­ban Vicente Ignacio Iturbe (1786), Antonio Tomás Yegros (1783), Pedro Juan Caballero (1786), Juan Bautista Rivarola (1789) y Mauricio José Troche (1790), según describe el por­tal del Gobierno dedicado a las Fiestas Patrias 2024: https://fiestaspatrias.gobiernodelpa­raguay.gov.py/resena-historica.

En la madrugada del 15 de mayo, los oficiales presentaron una nota al gobernador español Ber­nardo de Velasco para exigirle que les entregase las armas, el dinero y los documentos ofi­ciales. Al principio, Velasco se resistió, pero después terminó entregando lo que se le exigía. De esta manera, Velasco per­dió toda autoridad, aunque no se lo separó del Gobierno inme­diatamente.

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Casi ocho décadas después, el artista italiano Guillermo Da Re (1867-1910) representó la gesta en un cuadro que muestra una silla caída como símbolo de rup­tura con la corona española. El óleo tiene cuestionamientos his­tóricos, pero desde 1943 aparece en el reverso de los billetes de 10.000 guaraníes. Una versión de mayor tamaño se encuen­tra en los salones del Palacio de López y otro se exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Los jóvenes próceres partieron de la casa que hoy se llama Independencia para intimar a Velasco.FOTO: CHRISTIAN MEZA

PRIMEROS PASOS DE VIDA INDEPENDIENTE

El 16 de mayo se formó un triun­virato integrado por Velasco, José Gaspar de Francia y Juan Zeballos. Ese mismo día, el triunvirato juró fidelidad al rey de España, Fernando VII, que entonces se encontraba en Francia, prisionero del empera­dor francés Napoleón. Aunque los próceres querían la indepen­dencia, todavía no la declararon abiertamente, sino que se dije­ron leales a España.

Esta fue una maniobra política utilizada en varias ciudades americanas que formaron jun­tas o gobiernos revolucionarios en aquellos años. En 1810 jura­ron lealtad a Fernando VII la Junta de Caracas (19 de abril), de Buenos Aires (25 de mayo), de Bogotá (20 de julio), de Quito (22 de setiembre) y de Santiago de Chile (18 de setiembre). Aquel 1810 fue un año de insurreccio­nes en las colonias españolas de América porque, en el mes de enero, las victorias de Napoleón en España hicieron pensar que Fernando VII jamás volvería a reinar en España, y que segui­ría cautivo en Francia indefini­damente.

Por eso, los patriotas america­nos decidieron formar sus pro­pios gobiernos y el juramento de fidelidad a Fernando VII fue una simple formalidad. Por otra parte, ese juramento aseguraba a los revolucionarios la neutrali­dad de Inglaterra, que entonces dominaba los mares con su flota de guerra.

Inglaterra era aliada de España en la lucha contra Napoleón y no podía aceptar una rebelión abierta contra el rey Fernando VII. Con el juramento de fideli­dad, Inglaterra podía considerar que se trataba de una cuestión interna de la política española, en la cual no debían intervenir.

En 1960, el pintor paraguayo Jaime Bestard también pintó un cuadro famoso que representa la intimación a Velasco.FOTO: GENTILEZA

CAMBIO DE PLANES

En el Paraguay existía otro motivo más para dejar a Velasco en el Gobierno. La revolución de mayo fue una conspiración de civiles y militares, con ramifica­ciones en varios puntos del país. De acuerdo con el plan inicial, Fulgencio Yegros debía armar un grupo de hombres en Itapúa, para marchar con ellos hasta las Cordilleras, donde se le suma­ría Manuel A. Cabañas con otro grupo de patriotas, para seguir camino hasta Asunción. Tam­bién marcharían hasta Asun­ción grupos procedentes de otros puntos del país.

Blas Rojas de Aranda, quien se encontraba en Corrientes al mando de tropas paraguayas, se sumaría al movimiento. En Asunción, los oficiales subleva­dos (Caballero, Iturbe y otros) entregarían los cuarteles a los revolucionarios. Pero este plan inicial debió cambiarse porque Velasco se enteró de la conspira­ción, por lo que Caballero y sus compañeros decidieron dar el golpe sin esperar a Fulgencio Yegros y los demás dirigentes.Cuando Velasco cedió, los oficia­les dirigidos por Caballero hicie­ron llamar a Fulgencio Yegros y al doctor José Gaspar de Fran­cia. Este último, que se encon­traba en su quinta de Trinidad, llegó a Asunción para integrar el triunvirato junto a Velasco y Zeballos. Yegros, desde Ita­púa, viajó rápidamente a Asun­ción, donde fue recibido por una muchedumbre.

PRIMER CONGRESO PARAGUAYO

El triunvirato, que fue un gobierno provisorio, convocó a un Congreso para que los paraguayos eligieran un nuevo gobierno. El Congreso se reu­nió entre el 17 y el 20 de junio de 1811, y eligió una Junta de Gobierno integrada por cinco miembros: Yegros (presidente), Mora (secretario), Francia, Caballero y Bogarín. Esta fue la primera elección de autoridades del Paraguay independiente, si bien el sistema de elección fue indirecto.

En efecto, los pueblos y locali­dades nombraron sus represen­tantes para el Congreso; estos representantes, a su vez, eli­gieron a la Junta presidida por Yegros. Pese a las limitaciones del sistema de elección indi­recta, aquella elección de auto­ridades significó una supera­ción del sistema anterior, en que los nombramientos venían de España sin ninguna participa­ción paraguaya. Por otra parte, en aquel tiempo no existía en ningún país del mundo un sis­tema electoral democrático, tal como lo entendemos hoy.

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