En la noche del lunes hallaron muerta a una mujer en la habitación de un hotel en Ciudad del Este, Alto Paraná. La misma fue identificada como Silvia Nardi Aranda y sería hermana de Julieta Nardi, quien se encuentra ligada a una investigación por tráfico de armas en el país.
El cuerpo de la joven fue encontrado en la habitación 408 del cuarto piso del hotel Gran Nobile, en el km 7 lado Acaray, barrio Las Mercedes de Ciudad del Este. Según el informe policial, en el lugar no hallaron ninguna sustancia ilícita ni bebidas alcohólicas que pudieran indicar alguna sobredosis.
En la inspección preliminar del cuerpo se determinó que no se hallaron rastros aparentes de violencia ni intentos de defensa por parte de la fallecida. El caso fue notificado al Ministerio Público y quedó a cargo de la fiscal de turno, Carolina Gadea, para el inicio de la investigación. “Los encargados del hotel fueron los que notificaron del hallazgo, ya que la joven debía de abandonar el hotel al mediodía, cuando los responsables acudieron a la habitación en la noche para confirmar la estadía y no recibieron respuestas decidieron abrir la habitación y tras ver la escena llamaron a la policía de inmediato”, indicó el comisario Leonor González, jefe de la Subcomisaría 46 del barrio San Juan en conversación con La Nación/Nación Media. El jefe policial precisó que al lado del cuerpo solo se halló el aparato celular de la joven y una botella de agua. En el momento del hallazgo la fallecida yacía boca arriba, acostada en la cama y vestía solo la ropa interior de la parte inferior.
La fallecida sería hermana de la exmodelo Julieta Nardi, quien se encuentra vinculada a una organización que se dedicaba al tráfico de armas en el país. Tanto la exmodelo como su esposo, Diego Dirisio, fueron detenidos en la Argentina en un operativo encabezado por la Interpol el pasado 2 de febrero. Dirisio era propietario de la firma International Auto Supply (IAS), asentada en Asunción, a través de la cual realizaba sus operaciones de tráfico de armas entre Paraguay y Brasil. Según las investigaciones, en los últimos tres años habrían movilizado 43.000 armas por valor de USD 240 millones para facciones criminales brasileñas como el Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho.