- Por Lourdes Torres
- Periodista
- lourdes.torres@nacionmedia.com
El Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología (Conacyt) informó sobre un importante hallazgo que lograron las investigadoras paraguayas Michelle Campi, Yanine Maubet y Brenda Veloso, que reencontraron una especie de hongo que estaba desaparecido hace más de un siglo. Tras una jornada de campo en la granja ecológica Ñandu’a, en la ciudad de Itá, departamento Central, encontraron el hongo denominado Rickiella edulis, una leyenda en los círculos de la micología paraguaya.
El redescubrimiento de esta especie se dio el pasado miércoles 10 de abril de 2024, a 127 años de la última vez que se ha registrado su hallazgo. En conversación con el diario La Nación/Nación Media, MSc. Michelle Campi, categorizadas en el Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (Pronii) del Conacyt, comentó que este hongo había sido descubierto por primera vez en Paraguay por Carolo Spegazzini, considerado el padre de la micología de Paraguay y la Argentina, en 1897, en la compañía Guarapí, del distrito de Yaguarón.
Explicó que tiempo después, no se volvió a reportar otros hallazgos, por lo que por más de un siglo se lo consideró desaparecido del radar científico paraguayo hasta ahora, que fue hallado por su equipo de investigadoras.
Michelle Campi explicó que Spegazzini lo llamó Rickiella edulis, edulis significa comestible. “Desde esa vez, en Paraguay nunca más se reportó, mientras que en Argentina y Brasil, publicaciones recientes hablan de que se creía extinto a esta especie, porque nunca más nadie lo reportó”, comentó.
Añadió que en Brasil hubo poquísimos registros y lo mismo en la Argentina, porque lo catalogaron como una especie en peligro de extinción. “Además de que el factor más determinante es la pérdida del hábitat”, indicó.
Ante esta situación, Campi explicó que sus colegas de Brasil la alentaron a llevar adelante una investigación, así que con el apoyo de la doctora Larissa Trierveiler Pereira, junto con su equipo brasileño y en colaboración con su equipo paraguayo iniciaron el proyecto denominado “Estudio poblacional, caracterización molecular y conservación ex situ de especies de hongos comestibles sudamericanos en peligro de extinción Rickiella edulis”.
“En el marco de este proyecto yo no sabía cómo empezar a buscar el hongo, entonces fuimos hasta el Brasil, estuvimos en febrero, donde nos mostró el hongo, cómo es y cómo buscarlo. Volvimos a Paraguay, comenzamos la búsqueda por la zona de Alto Paraná, Ybycu’i (Paraguarí) y en Central, pero no encontramos nada por la sequía que tuvimos”, relató.
Este equipo de investigadoras trabaja en el laboratorio de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen), pero como había paro universitario desde la semana pasada, el grupo decidió viajar hasta la granja ecológica Ñandu’a, en el distrito de Itá, departamento Central, donde el miércoles 10 de abril pasado lograron registrar el hallazgo de la especie del hongo Rickiella edulis a 127 años de la última vez que se encontró.
Señaló que este hongo ahora recibe el nombre popular de Quesito suizo, que le puso la investigadora brasileña Larissa Trierveiler, por su aspecto al queso gruyere.
SIGUIENTE PASO
La investigadora Campi señaló que esto motivará que ahora se amplíe la recategorización del grado de amenaza de la especie, porque ampliaron la distribución de la especie.
“Es algo sumamente importante para todas las personas que trabajamos con la lista roja en el neotrópico. Además, esto motivará al propietario del lugar a conservar el sitio, argumentando que allí hay una especie en peligro de extinción. De ahora en más nos tocará aislar la cepa, estudiar al hongo vivo que servirá como reservorio genético para producir en el laboratorio”, precisó.
Destacó que este importante hallazgo no solo revive la leyenda de un hongo perdido, sino que también impulsa la cooperación internacional en la conservación de especies nativas y el estudio de los hongos en regiones no exploradas. Además, el proyecto contempla la conservación ex situ, el cultivo, el estudio morfológico y análisis molecular para su correcta clasificación taxonómica.
“El redescubrimiento, sin duda alguna, es un aporte al conocimiento de distribución de la Rickiella edulis que durante tanto tiempo fue considerada extinta en el Paraguay. Los esfuerzos cooperativos internacionales entre micólogos del neotrópico afianzan las estrategias de conservación de especies nativas y ayudan al desarrollo del estudio de los hongos en regiones antes no exploradas”, acotó.
CONFIRMA HIPÓTESIS DEL BRASIL
La investigadora Michelle Campi destacó la importancia de este hallazgo que se da luego de 127 años, porque nadie más estudió a esta especie, y que para sus colegas brasileños también genera mucha alegría, porque también se confirma una de sus hipótesis de que en Paraguay aún existe esta especie.
“La doctora Larissa Trierveiler lo llamó quesito suizo, por su apariencia. Pero por su epíteto edulis se cree que es comestible. Lo probé en el campo, tal vez tenga un sabor fúngico, pero en fresco no le sentí, tal vez en seco se potencie su sabor. Pero como tenemos pocas muestras, tenemos que guardar para el registro del herbario; entonces, no podremos probar hasta que encontremos en mayor cantidad”, precisó.
Finalmente, la profesional agradeció a los que han apoyado a la investigación y exhortó a la ciudadanía a cuidar el medioambiente, porque en ella están todas las respuestas y soluciones a nuestros problemas. “Tenemos que cuidar el medioambiente, porque si no tenemos ese bosque natural capaz nunca le encontrábamos al honguito”, concluyó.
SEPA MÁS
Recicladores naturales
La MSc. Michelle Campi explicó que la función de los hongos dentro de la naturaleza es reciclar la materia, cumpliendo una función clave dentro del bosque, y en el medioambiente.
“Todas las ramas, troncos que ya están muertos, lo reintegra en un nuevo ciclo. Además de ser un hongo ascomiceto, la penicilina, por ejemplo, surgió de esta especie; entonces, el Rickiella edulis es un material que aún no se estudió si tiene antibiótico, antifúngicos o tiene metabolitos que son útiles para el hombre, que es la línea de investigación que estamos llevando a cabo dentro del laboratorio”, explicó.
Asimismo, indicó que de ahora en más comienza una nueva investigación sobre este hongo para conocer si es aprovechable por el hombre, pero si no igual es aprovechado por la naturaleza, porque cumple una función importante en el ecosistema, ya que son los recicladores naturales del bosque.
“De todo lo que está muerto ellos le dan vida y reintegra en el ciclo, porque de todo lo que ellos descomponen ayuda a que se forme una nueva vida”, explicó.