Históricamente, el cambio de horario en diversos países se ha centrado en la premisa del aprovechamiento de luz solar para realizar tareas rutinarias. Normalmente, este cambio de horario se ejecuta en dos periodos, uno en verano y otro en invierno. Así se adelanta o se retrasa el reloj por 60 minutos, cambio que tiene sus defensores y principalmente sus detractores.
Este método fue planteado por primera vez por el científico y diplomático estadounidense Benjamín Franklin en 1784, quien recomendó adelantar los relojes una hora durante el verano, con el fin de aprovechar mejor la iluminación natural y consumir un menor número de velas para alumbrarse durante la noche. Pero, esta idea no fue puesta en práctica de manera masiva, sino recién hasta 1974. En Paraguay se viene realizando el cambio de horario recién desde 1972, y durante los años que ha estado vigente este mecanismo se han generado puntos de vista encontrados respecto a su implementación, ya que existe una gran parte de la población que insiste en mantener un solo horario durante todo el año; en este caso, el de verano.
Este año, el horario de verano que inició en octubre del año pasado termina este domingo 24 de marzo, a las 00:00, cuando se atrasarán nuevamente los relojes una hora permitiendo que al amanecer la posición del sol esté más elevada.