Históricamente, el cambio de horario en diversos países se ha centrado en la premisa del aprovechamiento de luz solar para realizar tareas rutinarias. Normalmente, este cambio de horario se ejecuta en dos periodos, uno en verano y otro en invierno. Así se adelanta o se retrasa el reloj por 60 minutos, cambio que tiene sus defensores y principalmente sus detractores.
Este método fue planteado por primera vez por el científico y diplomático estadounidense Benjamín Franklin en 1784, quien recomendó adelantar los relojes una hora durante el verano, con el fin de aprovechar mejor la iluminación natural y consumir un menor número de velas para alumbrarse durante la noche. Pero esta idea no fue puesta en práctica de manera masiva, sino recién hasta 1974.
Uno de los primeros países en implementar el cambio de horario fue Alemania, cuando durante la Primera Guerra Mundial vio factible esta idea con el propósito de ahorrar combustible. El káiser Guillermo II decretó el inicio del cambio de hora el 30 de abril de 1916. Países como Estados Unidos y España no lo hicieron hasta 1918, cuando esta técnica de adelantar los relojes demostró ser sumamente útil a la hora de ahorrar energía.
En Paraguay se viene realizando el cambio de horario recién desde 1972, y durante los años que ha estado vigente este mecanismo se han generado puntos de vista encontrados respecto a su implementación, ya que existe una gran parte de la población que insiste en mantener un solo horario durante todo el año; en este caso, el de verano.
Si bien en el último periodo legislativo se intentó instalar un proyecto de ley que definiría el horario de verano como el utilizado durante todo el año, finalmente esta propuesta no prosperó, ya que la mayoría de los parlamentarios no estuvo de acuerdo y decidió continuar utilizando ambos cambios de manera anual.
Este año, el horario de verano que inició en octubre del año pasado termina este domingo 24 de marzo, a las 00:00, cuando se atrasarán nuevamente los relojes una hora permitiendo que al amanecer la posición del sol esté más elevada.
Consumo de energía ha cambiado en el país
En los últimos tiempos el pico de consumo se registra a las 14:00 y después de las 21:00, según Félix Sosa.
Si bien el objetivo principal de la utilización del horario de verano es la optimización del uso de la energía solar para evitar sobrecostos y sobrecargas de energía eléctrica, el presidente de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), ingeniero Félix Sosa, dijo a La Nación/Nación Media que el cambio de horario ya no es un determinante importante para la entidad, teniendo en cuenta que la característica de carga en Paraguay ha cambiado en los últimos años.
“Anteriormente, era conveniente desde el punto de vista del suministro de energía eléctrica, porque el horario pico de consumo se registraba a la noche, entre las 20:00 a 21:00. Hoy en día el sistema eléctrico paraguayo presenta dos horarios pico de consumo, por la siesta y por la noche. Pero en los últimos tiempos el pico de consumo se registra a las 14:00, es decir, que a la Ande ya no le afecta el cambio de horario”, explicó Sosa.
Enfatizó que debido a las altas temperaturas registradas en nuestro país y el crecimiento de compra e instalación de productos de refrigeración se han llevado a cabo varios trabajos de fortalecimiento del sistema, que permite que toda la red de suministro se encuentre en condiciones de soportar las pequeñas variaciones de consumo que se van presentando.
Cambio no representa problema a nivel escolar
La preocupación actual es la inseguridad constante, según Miguel Marecos, presidente de Sinadi.
Uno de los puntos de discusión más frecuentes cuando se habla del cambio de horario se centra en el impacto en la comunidad educativa, ya que muchos niños deben asistir a clases a primera hora de la mañana cuando aún no hay luz solar plena y los que ingresan por la tarde deben salir rumbo a sus hogares cuando el sol se oculta, incrementando la peligrosidad de sus trayectos.
Miguel Marecos, presidente del Sindicato Nacional de Directores (Sinadi), dijo a La Nación/Nación Media que el cambio de horario ya no es un inconveniente en sí para los docentes y alumnos, ya que la mayoría de las instituciones cuentan con horarios dobles donde los estudiantes ingresan un poco más tarde y salen en horas de la siesta tarde, antes de que el sol se oculte.
“Actualmente, el cambio de horario ya no representa un problema para el ámbito educativo, puesto que las clases no inician muy temprano ni terminan tan tarde, anteriormente el problema era por la falta de luz solar y la inseguridad que acarreaba”, explicó Marecos.