Karina Ríos, karina.ríos@nacionmedia.com

Se trata de la familia Vázquez, que desde hace unos 100 años tienen presente la tradición de peregrinar junto a sus carretas estiradas por bueyes desde su querida Valenzuela para agradecer a la Virgen de Caacupé. La familia utiliza a los bueyes solo para el traslado de sus pertenencias y la caminata lo hacen exclusivamente por la tarde y noche para salvaguardar la integridad de los mismos.

La familia integrada por los Vázquez, un grupo de agricultores, partió desde la compañía General Díaz de Valenzuela, distante a unos 50 kilómetros de la Basílica de Caacupé, con la intención de llegar junto a la Virgen de los Milagros para agradecer por los favores recibidos y especialmente para no romper esta tradición impulsada por una noble mujer hace casi una centuria.

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“Esta tradición la impusieron mis bisabuelos hace unos 100 años, mi abuela Ursulina Vázquez hizo lo mismo y mi padre don Rubén, quien falleció hace dos años, también nos inculcó lo mismo, creo que yo comencé a acompañar la peregrinación desde que nací. Ahora voy con mi madre Valencia, primos, tíos y hermanos, somos más de 30 personas”, explicó Maribel en entrevista con La Nación/Nación Media.

Esta tradición impulsada por una noble mujer hace casi un siglo continúa con sus descendientes (foto: Carlos Juri)

PARADAS Y DESCANSO

Resaltó que los bueyes solo estiran las carretas y que las únicas personas que son trasladadas en las mismas son los conductores. “Las carretas solo llevan sus conductores y los productos esenciales para lo que dura el viaje como elementos para acampar, alimentos no perecederos para almuerzos como desayunos, un poco de ropa para cambiarnos, agua y alimentos para los bueyes. El resto de las personas peregrinamos”, refirió.

Detalló que salieron con cinco carretas estiradas por dos bueyes cada una y que lo hicieron en horas de la tarde de ayer lunes 4, porque en ese horario el calor ya no es tan agobiante. “Salimos a la tarde y caminamos toda la noche, hacemos paradas para descansar y que los animales tomen agua, coman algo y se tomen su descanso. Cuando hace mucho calor las paradas son más”, relató.

Maribel indicó que para hoy martes antes del mediodía tienen previsto llegar hasta una posada donde acampan y descansan por un día, para luego volver a retomar la peregrinación el miércoles 6, a las 17:00. “Durante nuestro peregrinar rezamos el rosario y cada familia da una oración. La idea es llegar hasta la Virgen de Caacupé el 7 de diciembre para agradecerle por todo lo que nos dio durante este año”, puntualizó.

PEDIDO ESPECIAL

Expresó que cada miembro de la familia tiene un pedido especial a la Virgen y que siempre cumple, pero que el pedido especial en nombre de la familia Vázquez desde hace 100 años es por la salud de cada uno. Los preparativos empiezan dos meses antes de la fecha prevista, en ese tiempo empiezan a ver la lista de las cosas esenciales para el viaje que les lleva cuatro días.

“La verdad que si la peregrinación lo hacés con amor, no te duele absolutamente nada, llegamos hasta ella (la Virgen) como si nada. Instamos a las familias a seguir sus tradiciones y este peregrinar es una tradición bien paraguaya, que lo hacemos por amor. Algunos no tenemos promesa, pero la fe es la que nos mueve y lo que nos inculcaron en nuestras familias”, remarcó.

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