Tras largas horas de trabajo, angustia y tensión, los bombe­ros voluntarios y personal militar (Comando de Ingenie­ría) lograron rescatar el vehí­culo en el que se trasladaban dos militares del Regimiento Escolta del Comando del Ejér­cito cuando fueron arrastra­dos por el raudal hasta caer al cauce del arroyo en Lambaré.

En el interior del mismo no fueron hallados ninguno de los ocupantes. La agente Laura Finestra fue designada como fiscal de la causa para proce­der a la investigación de los hechos. Cuando fue ubicado el vehículo luego de un rastrillaje en la zona, se iniciaron los tra­bajos para determinar cómo rescatar el rodado que quedó atrapado en un estrecho entre piedras del cauce y fue ente­rrado por una cantidad impor­tante de arena.

Luego de varios intentos falli­dos por parte de los buzos por abrir las puertas y revisar el vehículo, además de intentar utilizar una camioneta todo terreno y un tractor para estirar el rodado práctica­mente enterrado por lodo y agua, debieron recurrir a una retroexcavadora para retirar primeramente la arena a los costados de la camioneta y posteriormente proceder a retirar la estructura com­pleta, la cual se encontró gra­vemente dañada. Los desapa­recidos fueron identificados como sargento 1.° Alexis Teo­baldo Sosa Leiva y sargento 1.° Domingo David Ríos Domín­guez confirmaron a través de un comunicado desde el ámbito castrense. Los mis­mos salieron del cuartel gene­ral y se dirigieron al domicilio del comandante del Ejército en Lambaré para trasladarlo al cuartel general del Ejército.

Ambos hombres desapare­cieron en horas de la madru­gada luego de que perdieran el control de la camioneta en la que transitaban sobre la avenida Luis María Argaña y terminaran siendo arras­trados por el fuerte caudal de las aguas desbordadas del arroyo Lambaré en medio de las lluvias que se presentaron en ese horario.

Luego de confirmar que en el interior del vehículo no se encontraron los cuerpos de los uniformados, los traba­jos de búsqueda continuaron en la zona donde se encon­tró el rodado, pero también en otros tramos del arroyo hasta la desembocadura en el río Paraguay, de tal manera a agotar los esfuerzos por encontrar a ambos hombres.