Ayer 15 de octubre se conmemoró el Día de la Ambliopía, una afección ocular que puede afectar la capacidad de ver con claridad. Sin embargo, esta condición es tratable y reversible si se diagnostica a tiempo, según expertos en oftalmología.
La ambliopía, comúnmente conocida como “ojo vago” o “perezoso”, es una afección visual que afecta a niños y adultos por igual. A menudo pasa desapercibida, especialmente en los niños, ya que pueden no ser conscientes de que su visión es deficiente. Esto se debe a que el cerebro adapta su funcionamiento para anular la imagen borrosa o desenfocada de un ojo, confiando en el otro para la visión. La doctora Olivia Cardozo, oftalmóloga pediatra del Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñu, explicó que, si la ambliopía se detecta antes de los 8 años de edad, momento en el que se alcanza la madurez visual, es posible revertirla.
La ambliopía puede tener varias causas, que incluyen el estrabismo (ojos desviados), vicios de refracción (miopía, hipermetropía y astigmatismo) y deprivación (como párpado caído, opacidad del cristalino, defectos congénitos o cataratas, e incluso tumores oculares). En todos estos casos, el cerebro tiende a eliminar la imagen borrosa a favor de la imagen más nítida, lo que puede llevar a la pérdida de visión. Es importante prestar atención al comportamiento visual de los niños, ya que puede ser un indicador de ambliopía.