- Ciudad del Este. Agencia regional.
José María González Marecos es un expolicía de Interpol que en agosto de 2019 fue condenado a diez años de cárcel por coacción sexual, violación y abuso sexual en niños. El tribunal estuvo integrado por los jueces Evangelina Villalba Montanía, Óscar Gabriel Genes Ayala y Alba Meza. El fiscal de la causa es Adolfo Santander.
Desde ese tiempo no pisó la cárcel porque consiguió siempre arresto domiciliario. La semana pasada, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia rechazó un pedido de casación que había presentado la defensa del expolicía y el hombre tendrá que, finalmente, ir a la cárcel. En febrero de 2023 se le había levantado la prisión domiciliaria y el hombre quedó en total libertad. Es lo que explicó el abogado Ariel Ramón Acosta, quien representa a la familia paterna de quien fue víctima del abuso. La denuncia data de 2015, cuando la niña tenía 12 años y contó que el hombre, de su entorno cercano, abusaba de ella en forma sistemática desde los 9 años.
Fue la profesora de la niña la que se percató en su momento de que algo pasaba con la niña y, cumpliendo con el protocolo, se supo lo que ocurría. Desde ese tiempo, fue el padre de la niña quien se ocupó de denunciar y acompañar el proceso judicial y espera que finalmente ocurra justicia, con el sentenciado en la cárcel, según el abogado.
Fueron cuatro años después de la denuncia que el ex policía fue condenado y ya pasaron de nuevo otros cuatro años sin que él vuelva a pisar el recinto penitenciario, es lo que manifiesta el abogado. Antes de la condena, sí estuvo un tiempo en la cárcel.
Teniendo en cuenta que queda poco tiempo para que el expolicía compurgue la pena, por las dilaciones sistemáticas y porque la mayor parte de la pena la cumplió con arresto domiciliario, la familia de la joven espera que el hombre pise la cárcel, según explicó el abogado.
Mencionó que, por la suspensión de los plazos procesales, ante la serie de acciones dilatorias presentadas, sí queda todavía un tiempo prudencial de la condena que debe ser cumplida en la cárcel.