En la mañana de ayer se registró un grave accidente de tránsito sobre la ruta PY10, a la altura del cruce Tebicuary, Guairá, que involucró a un camión de gran porte y a una camioneta, dejando dos fallecidos, heridos y cuantiosos daños materiales.
El percance rutero se registró aproximadamente a las 7:30 de ayer miércoles. Según informes de la Patrulla Caminera, en la camioneta de la marca Kia Sportage viajaban cuatro mujeres y dos de ellas perdieron la vida tras el grave accidente, Estelbina González Galeano, de 54 años de edad, y Dana Daniela González, de 17 años, oriundas del departamento de Caaguazú. Laura Benítez, de 36 años de edad, estaba al mando de la camioneta, y la otra ocupante era su hija Liz Báez, de 15 años, quienes resultaron heridas y fueron trasladadas posteriormente al Hospital Regional de Villarrica. El subinspector segundo de la Patrulla Caminera Francisco Velázquez manifestó que las mujeres se dirigían de la ciudad de Tebicuary con destino a San José de los Arroyos. “El hecho ocurrió en el kilómetro 183 en un cruce importante”, dijo a radio 1000 AM.
Por otro lado, el camión semirremolque era guiado por Gabriel Troche Arias, mayor de edad, a quien se le practicó la prueba de alcotest, con resultado negativo. “Según manifestaciones del conductor de este camión, el mismo iba de Coronel Martínez con destino a Asunción, y al llegar al cruce Tebicuary la camioneta no tomó las debidas precauciones para cruzar y salió al paso del camión semirremolque”, agregó Velázquez.
CUERPO DECAPITADO
Un albañil que se encontraba trabajando en el cementerio de Valenzuela, Cordillera, encontró en el lugar el cuerpo calcinado, sin cabeza, manos y pies de una mujer. Aparentemente fue arrojado y quemado en el camposanto, ya que no se profanó ninguna tumba, según el trabajador. El cuerpo fue encontrado en la tarde del lunes y, según el médico forense interviniente, sería imposible la identificación debido al estado en que se encuentra. “De que se quemó el cuerpo es indudable, aparentemente vestía un buzo, pantalón y camisa mangas largas”, dijo el profesional.
Tras el hecho, el trabajador se comunicó con la Policía Nacional, que posteriormente acudió al lugar y dio aviso al Ministerio Público. Como la Fiscalía no intervino ese día, el cuidador del camposanto decidió introducir el cuerpo en un panteón ajeno.