Melissa Palacios

El árbol es considerado en muchas culturas y regiones como centro de vida porque a partir de él respiramos, crecemos y nos alimentamos, siendo un beneficio no solo para el ser humano, sino para toda la biodiversidad. Cada 19 de junio se celebra esta fecha a nivel nacional, que fue propuesta por el sabio Moisés Bertoni ya desde el año 1904, pero oficialmente a partir de 1954 se estableció como día conmemorativo.

Desde la Fundación Moisés Bertoni explicaron que la importancia de la conmemoración del árbol como ente de vida es porque a través de él se obtienen sus frutos y hábitat para los animales y las plantas. “No olvidemos todo lo que un árbol puede implicar para nosotros como humanos, como sociedad y el rol principal que desarrolla en la naturaleza, todo ese concepto se puede centralizar en un árbol”, explicó para La Nación/Nación Media Claudia Rolón, bióloga e investigadora de la oenegé ambientalista.

EJE CENTRAL

Una planta significa origen, al dar y albergar vida, y se sitúa en un papel importante en el ecosistema, brindando una dinámica a la ecología y el medioambiente donde es considerada como un eje central. Nuestro país tiene variadas especies importantes en la región Oriental, donde las más abundantes y emblemáticas son el lapacho de varios colores, el cedro, el yvyra pytã, mientras que en la Occidental se destacan el algarrobo y el samu’û o palo borracho.

Rolón recordó también las especies amenazadas ante su uso desmedido, tales como el lapacho rosado que está en peligro de extinción porque su madera es muy apreciada. Lo mismo pasa con el palo santo, a raíz de su uso industrial y la esencia que se le extrae, y la lista continúa con el peroba rosado, más conocido como palo rosa, que son especies utilizadas como madera.