El crimen organizado demostró todo su poder al perpetrar el audaz asesinato de Jorge Rafaat Toumani, alias Sadam, con una ametralladora antiaérea calibre .50, en la ciudad fronteriza de Pedro Juan Caballero, capital del departamento de Amambay.
El 15 de junio de 2016, a las 20:00, más de diez hombres pertenecientes a varias organizaciones del submundo delictivo se unieron para asesinar al poderoso “empresario de frontera” Jorge Rafaat Toumani, cuyo vehículo blindado recibió más de 200 disparos de ametralladora antiaérea .50, que lograron perforarlo y acribillarlo con 16 proyectiles de gran poder.
Rafaat iba a bordo de una camioneta Hummer, con chapa OAN 927 Paraguay, cuando de forma repentina un rodado de la marca Ford 250 y otros dos de la marca Toyota Hilux le cerraron el paso.
Inmediatamente, los tripulantes comenzaron a disparar con la ametralladora antiaérea, que estaba firmemente empotrada en una base de metal, especialmente adaptada para el atentado. Rafaat iba custodiado por dos rodados, que eran de su seguridad, pero nada se pudo hacer para evitar el feroz ataque.
Los sicarios cubrieron todas las aristas en la zona del atentado, la concurrida avenida Teniente Herrero de Pedro Juan Caballero, frente al Mercado Municipal y a metros de una institución educativa.
MOMENTOS DE PÁNICO
Los vecinos del barrio San Gerardo de la capital de Amambay vivieron minutos de pánico debido al violento atentado. En el momento en que se registraba el crimen, por el lugar transitaban normalmente varias personas, situación que no influyó en los asesinos que abrieron fuego contra Rafaat y sus custodios.
Los transeúntes se tiraron al suelo para evitar ser alcanzados por algunos de los cientos de proyectiles de las metralletas de ambos bandos. Tampoco amilanó a los criminales que a 200 metros de la zona del atentado esté ubicada la Comisaría 2.ª, por lo que los agentes policiales de dicha sede llegaron casi al instante al sitio y comenzaron a disparar para repeler el ataque.
En su huida, los sicarios abandonaron la potente ametralladora de guerra, con municiones y también chalecos antibalas, dejando atrás el cuerpo sin vida de su objetivo.
CONDENA
Un tribunal de sentencia, integrado por los jueces Santiago Núñez, Mirna Ocampos y Librada Peralta, condenó a 28 años de cárcel más 7 años de medida de seguridad –totalizando así 35 años de pena privativa de libertad– a Sergio Lima dos Santos por el asesinato de Rafaat. Estará recluido en Tacumbú hasta julio de 2053.
Fue condenado luego de que el Ministerio Público demostrara en un juicio oral y público su responsabilidad en los hechos punibles de homicidio doloso, asociación criminal y detentación de armas de fuego. La Fiscalía estuvo representada en la audiencia oral por el ahora finado agente fiscal de la Unidad Especializada en la Lucha contra el Narcotráfico Marcelo Pecci.
Durante el juicio, el Ministerio Público sostuvo que las pruebas eran contundentes para vincular al acusado con el homicidio de Rafaat, entre ellas, su ADN en una de las camionetas usadas. Lima dos Santos resultó herido durante la balacera y su sangre quedó en el móvil, de donde la Fiscalía logró colectarla.
REPERCUSIÓN INTERNACIONAL
Por la magnitud, el crimen de Rafaat Toumani tuvo repercusión a nivel mundial. El uso de armas de guerra, además de la ametralladora .50, de uso militar exclusivo, hizo que el hecho recorriera los portales internacionales de noticias.
En su portada principal, el diario Infobae tituló “Guerra narco en Paraguay: mataron de 16 tiros al capo Sadam Toumani”. En medios de Brasil, las portadas del hecho informaban “Dieciséis tiros para ‘o rei do trafico’: los narcos van a la guerra en Paraguay”.
También el conocido periódico de España El País se hizo eco del crimen de Rafaat, titulando “El asesinato del jefe del narco en la frontera de Paraguay con Brasil alerta a las autoridades”.
QUIÉN ERA JORGE RAFAAT
En Paraguay, Rafaat era conocido como un próspero empresario de Pedro Juan Caballero, donde tenía una empresa dedicada a la comercialización de neumáticos. Mientras que para Brasil representaba una de las piezas clave en el tráfico de drogas.
Para las autoridades brasileñas, Sadam disputó la herencia dejada por Fernandinho Beira Mar, más conocido como El Rey de las Drogas. Además, había sido procesado por enviar desde Paraguay unos 492 kilos de cocaína en agosto de 2004. En ese momento, la operación fue abortada por agentes federales, que interceptaron el enorme cargamento en São José do Rio Preto.
Así también, debía responder ante la justicia federal de Campo Grande por los delitos de formación de cuadrilla, tráfico internacional y lavado de dinero junto con el también narcotraficante Luiz Carlos da Rocha, alias Cabeza Branca.