Ana Almada, una joven enfermera y madre de dos hijos, fue víctima de un intento de asalto en San Lorenzo, a metros de su vivienda, el pasado jueves. La mujer fue perseguida por tres hombres a bordo de dos motocicletas, en un punto la empujaron y la echaron de forma violenta de su biciclo, se repuso de la caída y se enfrentó a los malvivientes. A días de ese mal momento vivido, rescata que el uso de su casco le salvó la vida.
“Me empujaron, me echaron y me patearon el casco, se rompió mi casco porque en todo momento intentaban quitarme la llave. Este es un casco homologado, es de material muy resistente, por suerte en el momento no se rompió, ya se despedazó después, porque si en el momento no tenía el casco, me iban a dejar inconsciente y me iban a quitar la llave”, destacó la joven enfermera a Telefuturo.
Lamentó con mucha impotencia la inseguridad reinante y que muchos trabajadores como ella trabajan 12 horas diarias y hasta turnos extra por las noches para llevar el sustento al hogar, mientras los malvivientes estudian sus movimientos para despojarles de sus pertenencias, en este caso, los asaltantes la atacaron de forma violenta para llevarse su medio de transporte, su motocicleta.
Asimismo, manifestó que en una ocasión anterior ya fue víctima de la inseguridad, cuando le robaron su automóvil. Ahora no tiene otra que trabajar, además de las 12 horas, tomar turnos nocturnos para juntar dinero y volver a adquirir un automóvil porque en el biciclo ya no podrá movilizarse por el temor de volver a ser asaltada.
“Trabajo en dos lugares y en mis noches libres también hago horas extra, por mis dos hijos. Yo estoy empezando otra vez de cero porque ya me robaron el auto. Prácticamente todas las noches estoy fuera de casa, lejos de mis hijos cuidando hijos ajenos porque soy terapista de niños, trabajo de noche dos días seguidos y mi noche libre tengo que buscar un tercer trabajo para costear un vehículo nuevo por cuestión de seguridad”, relató indignada.