Desde el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) cuestionaron las expresiones de la OMS sobre el uso de la Stevia. Solicitarán informes sobre dichas expresiones, ya que su consumo está aprobado por la Comisión del “Codex Alimentario”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una nueva directriz sobre los edulcorantes no azucarados, en la que desaconseja su uso para controlar el peso corporal o reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT).
Entre los edulcorantes no nutritivos más comunes se encuentran el acesulfamo-K, el aspartamo, el advantamo, los ciclamatos, el neotamo, la sacarina, la sucralosa, la estevia y los derivados de la estevia.
Al respecto, Santiago Bertoni, titular del MAG, cuestionó las expresiones de la OMS sobre la stevia (ka’a he’ê) de que puede generar efectos indeseados si se usan por mucho tiempo. Señaló que el organismo no define qué alimentos son o no seguros, destacando que el “Codex Alimentario” aprobó el consumo del ka’a he’ê, por lo que van a solicitar informes y tomar medidas al respecto.
“Siempre nos hemos basado en información técnica y científica. Con el Ka’a He’ê tenemos un producto admitido y de uso global en varios países. Tenemos que ver en qué se basa la OMS”, explicó en diálogo con la 730 AM.
Asimismo, dijo que presentarán las propuestas respectivas ante los organismos y que analizarán la manera de rebatir lo expuesto por la OMS y pedirán los informes en las que se basaron dichas expresiones.
Señaló también que la Comisión del “Codex Alimentario” es el único que puede definir qué productos podemos consumir y cuánto. “Las posiciones técnicas y científicas quedan en un segundo plano. Son tendencias, intereses de alguien o tendencias políticas, está sucediendo y es una realidad”, lamentó el ministro.
En esa línea, destacó que el Ka’a He’ê tiene su posicionamiento desde 2008 y se ha establecido cuánto es seguro consumir el producto y acotó que la opinión de la OMS tenga fuerza coercitiva sobre el aspecto regulatorio.
La Comisión del Codex Alimentarius (CCA) fue creada en 1963, durante la Conferencia Mundial de la Salud, organizada por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y por la OMS (Organización Mundial de la Salud).