• Por Verónica Giménez
• veronica.gimenez@nacionmedia.com

Ayer se recordó el Día del Maestro en Paraguay para con­memorar el trabajo diario que ejercen los docentes en la vida de los niños, niñas y jóvenes. Destacar el éxito del Gobierno en la educación es bastante difícil, pero sí de aquellos pro­fesores que deben ejercer la profesión en medio de la pre­cariedad y carga laboral exce­siva, incluso bajo la prolongada espera de un rubro.

En el contexto de esta recor­dación es necesario reconocer las diversas luchas que abor­dan los docentes paraguayos para sostener un sistema edu­cativo que va en declive hace años, pero aún más perjudi­cado tras la llegada de la pan­demia de covid-19. “Empeoró bastante la situación de los maestros, hay más atropellos y presiones hacia el trabajador docente, que termina afectán­dolos en la salud física y men­tal”, lamentó Blanca Ávalos, secretaria general de la Orga­nización de Trabajadores de la Educación del Paraguay-Sin­dicato Nacional (OTEP-SN).

“No hay capacitación para el docente por más que el Minis­terio (de Educación) haya pasado una estadística”, sos­tuvo. Las capacitaciones vir­tuales colapsan el sistema digital del Ministerio de Edu­cación, por lo que muchas veces los maestros deben conectarse de madrugada para cumplir con ellas, y esto, lejos de mejo­rar la calidad de enseñanza del profesional, termina ago­tando sus esfuerzos y afec­tando sus horas de descanso, según relató en conversación con La Nación/Nación Media. Los maestros solicitan que las capacitaciones sean presencia­les, guiadas y llevadas a cabo por el Instituto de Formación Docente, también piden una ley de protección a la salud física y mental del educador. Además, de una sobrecarga laboral, la sobrepoblación del alumnado y la burocracia en el sistema de educación, otra realidad es que si se enfer­man, deben cubrir sus reposos pagando a otros docentes para que los reemplacen en las aulas.

“Tampoco hay un equipo de psicólogos que puedan acom­pañar el trabajo docente, pero cuando hay problemas lo pri­mero que hacen es culpar al pro­fesor. El docente ya no puede ni ir al baño, por eso también pedimos el desdoblamiento. Cada vez estamos viendo más deteriorados a los compañe­ros, tanto física como mental­mente”, manifestó la dirigente.

A mediados de marzo del 2020, tras confirmarse los primeros casos de covid-19 en Paraguay, una de las primeras disposicio­nes del Gobierno para comba­tir la propagación del corona­virus fue suspender las clases presenciales en todas las ins­tituciones educativas del país. Desde aquel entonces hasta la fecha, el plan del Ministe­rio de Educación para soste­ner la enseñanza ha recibido duras críticas por parte de la ciudadanía. “El Ministerio siempre negó, pero la pande­mia desnudó el sistema y des­enmascaró al Estado sobre las precariedades que siempre existieron. Lastimosamente no se pudo llegar a muchos alumnos y la verdad es que se necesitan como 7 años para poder equilibrar el nivel de aprendizaje de los chicos, no tres meses como puso el Minis­terio”, expresó Blanca Ávalos, de la OTEP-SN. En las aulas, la realidad es que muchos niños continúan arrastrando ciertas dificultades en el aprendizaje, como la lectura, por lo que los docentes deben volver al plan del primer grado para enseñar­les a leer y poder avanzar.

En coincidencia con la elección de un nuevo Ejecutivo y otras autoridades nacionales, Ávalos criticó que la educación se haya convertido en discursos electo­rales que quedan sin efecto, ya que en el día a día es el docente el que debe luchar para con­seguir cubrir las necesidades que existen. Por eso, a las nue­vas autoridades pidió tomar con importancia y seriedad al sistema educativo, ocuparse de las precariedades y mejo­rar el financiamiento público del mismo.

“La educación está agonizante, por eso debería ser una prioridad en el país”, remarcó. Mencionó además, que hay docentes que entran en reemplazo de los jubila­dos, pero padecen el desvío de los rubros. Hasta la fecha, hay una cantidad importante de maestros que trabajan en la profesión, pero no cobran, tal como el caso del profesor Víc­tor Maidana que se hizo viral gracias a su atractiva forma de enseñar. “El 47% de las aulas están en pésimas condicio­nes, y eso no es solamente en el interior, también en Central”, afirmó. La deuda pendiente del Gobierno en la infraestructura de las instituciones públicas también dificulta el trabajo docente y afecta al alumnado.

Es más, en muchas escuelas y colegios del Estado, los depósi­tos, comedores y hasta la direc­ción se convirtieron en salas de clase, y no solo eso, aún hay instituciones que mantienen las letrinas y no cuentan con un baño apropiado. “Fonacide construye una institución y en dos o tres años ya se cae nue­vamente. Muy pocas institu­ciones tienen laboratorios, para tener internet llevan un aparato que no funciona y en el interior incluso hay luga­res donde ni alcanza la señal. Fonacide tiene los recursos a la excelencia de la educación, sin embargo, hasta ahora no cumple a cabalidad”, reclamó la docente.

Víctor Maidana es un docente de la zona de Concepción que en las últimas semanas se des­tacó por su método de ense­ñanza. Su impacto en las redes sociales fue tanto que muchos usuarios lo llenaron de elogios y aliento, más aún al circular la información que el entusiasta educador trabaja como volun­tario y no tiene sueldo del MEC.

Tanto él como muchos otros docentes deben vencer adver­sidades y renunciar a sí mismos por sus alumnos. En el caso del profesor Maidana, el rubro de un docente jubilado que le debían otorgar, se destinó a otra institución, y su labor “ad honórem” continúa hace dos años. “Soy profesor de grado en la escuela Teresa de Calcuta, de la ciudad de Concepción. Estoy esperando la oportunidad de poder concursar y acceder a un rubro del Estado que me permita tener una estabilidad laboral y económica”, dijo en conversación con La Nación/Nación Media.

El también docente univer­sitario comentó que prepara sus clases bajo el concepto lúdico para promover el inte­rés de los alumnos. “Trato de que las clases sean un espacio donde puedan explayarse y ser lo más espontáneo y auténtico posible. Intento que mis cla­ses dejen huellas en ellos, ya sea para despertar la curiosi­dad como también para que­rer aprender más o profundi­zar algunos temas”, expresó.

“Ser docente no es solo ense­ñar las capacidades básicas, es involucrarse y tomar el com­promiso de la formación de ese niño o niña para que sea una persona de bien”, añadió. Ade­más, resaltó la importancia de contar con un lugar adecuado para el desarrollo de las clases y solicitó a las autoridades a invertir en las infraestructu­ras de las escuelas y colegios, como también en los mate­riales escolares que los niños necesitan para que su forma­ción académica sea efectiva, positiva y eficaz.

En el Congreso de Educadores celebrado en Paraguay en el año 1915, se resolvió establecer como el Día del Maestro el 30 de abril, víspera del Día del Trabajador. Uno de los maestros destacados en la historia del país fue Delfín Chamorro, periodista y docente, con­siderado el más importante gramático que dio Paraguay. En Para­guay se cuenta con unos 80.000 docentes matriculados, de los cuales casi 30.000 son hombres y cerca de 50.000 son mujeres.