El Ministerio de Salud emitió ayer domingo un informe sobre la alimentación que deben tener los niños y niñas e insta a los padres a aprovechar la frescura de frutas y verduras para un crecimiento saludable y sano de los más pequeños. También es fundamental mantener la higiene de los alimentos y las manos.
En sus primeros seis meses de vida, la alimentación del bebé es la leche materna exclusiva. A partir de ahí, se agregan otros alimentos que complementan a la leche materna hasta los dos años o más, o hasta cuando la madre y el bebé lo deseen.
Desde los seis meses de vida, además de la leche materna, el bebé ya está preparado para recibir otros alimentos que necesita para crecer y desarrollarse. En un principio, los alimentos deben tener una textura puré, bien pisado con un tenedor, blando y espeso, sin grumos y que apenas se deslice en la cuchara.
A esta alimentación ya se puede incorporar alimentos como carnes, huevo, porotos, cereales, verduras y frutas. A partir del año de vida, el niño o niña puede comer los mismos alimentos saludables de la familia, de acuerdo al informe de la cartera sanitaria.
Para que crezca fuerte y sano, además de los alimentos que recibe, el niño y la niña necesita también cariño, amor, respeto y aceptación para desarrollarse plenamente. En este sentido, se presentan algunas prácticas para fomentar un ambiente saludable y una buena alimentación, como el lavado de manos con jabón y agua antes de comer.
También compartir la mesa en familia para dialogar en un ambiente agradable, sin apuros y sin discusiones, que el bebé tenga su lugar en la mesa, su propio plato y cubiertos. Cuando el bebé rechaza una comida, se debe ofrecer el mismo alimento en otro momento y en diferentes preparaciones.
El Ministerio de Salud pide tener cuidado con la temperatura de las comidas para prevenir accidentes, ofrecer las comidas siempre en un mismo horario para formar hábitos. Ambiente limpio y buenas prácticas de higiene en los alimentos.