La Unidad Penitenciaria Industrial Esperanza (UPIE) recibió ayer 400 libros donados para sus dos bibliotecas de parte de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). El Ministerio de Justicia valoró la contribución del Poder Judicial en la tarea de cambiar las vidas de las personas privadas de libertad.
Los 400 libros de temas varios vienen en dos lotes que, si bien la gran mayoría permanecerá en UPIE, también compartirán un porcentaje destinado a la Penitenciaría Granja Ko’ê Pyahu. Teófilo Báez, como director del penal, agradeció el gesto.
“La educación es lo que nos va a sacar adelante como nación, y el hecho de tener este acto de entrega de libros también es un compromiso con eso, tratar de dotarles de la oportunidad de leer, y como siempre decimos, que el tiempo que están privados de su libertad sea un tiempo invertido y no perdido”, dijo la representante de la CSJ, Vanessa Napout.
El objetivo de la donación es permitir que las personas privadas de libertad accedan a herramientas didácticas e instructivas, que las acerque cada vez más a la reinserción social y con la facilidad que las mismas sigan sus estudios, decenas de ellas, a nivel universitario.
“Estudien, lean, trabajen, aprendan un oficio, sean mejores personas y supérense a sí mismo, para de esa manera tener las bases que van a necesitar el día que recuperen su libertad, para tener una vida lejos de la delincuencia y aferrada a la honestidad”, expresó la jueza Sandra Kirchhofer.
En el lugar están recluidos más de 240 personas, de los cuales 120 están estudiando, lo que representa el 50% de la población que se está preparado para la reinserción social que es el objetivo de las autoridades.