La niña de 13 años que había sido víctima de bala perdida el pasado 22 de enero en la ciudad de Pedro Juan Caba­llero, Amambay, salió de alta del Hospital Central del IPS tras dos meses de interna­ción. La niña pasó 22 días en terapia intensiva, pero finalmente se hizo el mila­gro esperado, se está recupe­rando favorablemente ahora ya rodeada de la calidez de su familia.

Don Carlos Marín, padre de la niña, califica la recuperación de su pequeña princesa como un verdadero milagro, ya que aquel 22 de enero, cuando su hija había caído desvanecida sin saber por qué y días des­pués, tras enterarse que en la cabeza de su hija se alojaba un proyectil de bala, mediante una tomografía, su mundo se había derrumbado, pero se aferraron a Dios y no pararon de orar por su recuperación.

“Sentimos nuestro mundo desmoronarse con la noticia, pero siempre tuvimos fe en Dios y nos aferramos a Él por­que somos de una familia cris­tiana evangélica. Empezamos a orar, no solo nosotros, sino toda mi ciudad, todo un país y mucha gente del extran­jero comenzó a movilizarse en oración, 14 días después mi hija se despierta y luego de 21 días sale de la terapia y se va a la sala normal. Todo es obra de Dios”, destacó don Marín en contacto con La Nación/Nación Media.

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“Hoy, 25 de marzo, mi hija ya salió del hospital, dos meses y poquito después. Estuvo en la casa de mi hermana en San Lorenzo para ir recuperán­dose. Ahora viene una nueva fase para nosotros que es la fase de la rehabilitación, la fase de la recuperación y seguimos teniendo fe en Dios, seguimos creyendo en Él de que ella va se va a recuperar totalmente, para volver a Pedro Juan Caballero”, insistió.

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