Verónica Giménez, veronica.gimenez@nacionmedia.com
En Paraguay, la tuberculosis continúa siendo uno de los principales problemas de salud pública, que incluso va en aumento. En el 2022 se diagnosticaron 3.579 casos, siendo el 92% pulmonar y el 74% bacteriológicamente confirmado, en comparación al 2021 cuando el registro a nivel nacional fue de 3.000 personas infectadas.
Hoy, 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis, una fecha marcada en el calendario para concienciar sobre las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales y económicas que genera esta enfermedad. Bajo el lema de este año “Sí, podemos acabar con la tuberculosis”, se redoblan los esfuerzos para poner fin a esta epidemia mundial, y en nuestro país, el Ministerio de Salud Pública tiene como meta para el 2025 reducir en un 75% la mortalidad, respecto al 2021 cuando la cifra de fallecidos fue de 260 personas, incluyendo los casos de coinfección VIH/sida.
Es una enfermedad infecciosa que se propaga cuando alguien con tuberculosis tose, estornuda o habla y expulsa las bacterias al ambiente. Los síntomas son tos de tres semanas o más, muchas veces con sangre o moco, dolor en el pecho al respirar o toser, descenso de peso, fatiga, fiebre, sudoraciones nocturnas, escalofríos y pérdida del apetito. Afecta principalmente los pulmones, pero también otros órganos del cuerpo, incluidos riñones, columna vertebral o cerebro. Cuando la tuberculosis se produce fuera de los pulmones, como en la columna vertebral, puede provocar dolor en la espalda y en los riñones podría producir sangre en la orina.
De no tratarse a tiempo, puede ser grave y potencialmente mortal. Para prevenirla se debe tener una buena higiene, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar y evitar el contacto cercano con personas que la padecen. La tuberculosis resistente a los medicamentos es una de las mayores amenazas de enfermedades infecciosas que enfrentamos porque se transmite fácilmente por el aire. La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe a las cepas resistentes a los antibióticos como “ébola con alas”, ya que la tasa de curación es muy baja.