Llegó el verano y con él las anheladas vacaciones, que sin lugar a dudas es una combina­ción siempre interesante. Sin embargo, con su llegada tam­bién aparecen las infeccio­nes de oído tras largas horas en la piscina o en otros casos, los arroyos. Para saber cómo actuar ante la aparición de una infección de oído, desde La Nación/Nación Media con­sultamos con la doctora Angé­lica Santos, instructora de la cátedra de Otorrinolaringo­logía del Hospital de Clínicas.

La especialista explicó que las infecciones de oído se dividen en otitis externa y otitis media, que es de la porción media del oído, pero esta se produce por algún cuadro gripal concomi­tante y en esta época, como no hace frío, no hay tanto.

¿Cómo diferenciar? Dijo que tiene que haber el ante­cedente de un cuadro gripal previo para decir que es una otitis media o que la persona se estuvo bañando en la pis­cina para decir que es una otitis externa. La Dra. Angé­lica Santos, instructora de la cátedra de Otorrinolaringo­logía del Hospital de Clínicas, habló sobre cuidados genera­les a tener en cuenta en casos de infección de oído.

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La profesional dijo que en esta época, por lo regular, hay muchos casos de otitis externa difusa que es una inflamación del canal externo del oído y que se ve más en niños que en adultos.

“Generalmente, eso se ve en los niños que pasan mucho tiempo en el agua, ya que el agua de los arroyos son contamina­das y el agua de la pileta tiene cloro, antihongos, productos químicos. Entonces esos quí­micos más el agua sucia, por­que mucha gente hace pipí en el agua, se quedan estanca­dos dentro del canal externo del oído y eso es lo que genera después un ambiente húmedo y eso pica. Entonces, cuando el paciente se rasca, los gérmenes de la piel ingresan y se produce la infección”, refirió.

CUIDADOS

La profesional mencionó que en algunos casos lo que suelen hacer los padres al salir del agua o cuando los chicos se quejan de que les molesta el oído, es ponerle alcohol y con esto lo que hacen es que se irrite más el conducto y favorece más aún a la infección.

“Lo ideal es no ponerle nada y al salir del agua, que se bañen, se laven bien la zona de la orejita y con un secador de pelo o con algo que genere un poco una corriente de aire, secar el oído, ahí secamos todo para evitar que quede agua acumulada y no se produzca la infección”, resaltó.

Otra cosa que se puede hacer si los niños se van a la natación, es comprar en la farmacia unos taponcitos que son como una espumita. “Es un tapón especial que se pone en el oído para poder entrar a la piscina, puntualizó.

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