En la mañana de ayer lunes fue inaugurada la Planta de Trata­miento de Aguas Residuales (PTAR) de la ciudad de San Lorenzo, en el departamento Central. Se trata de la primera en el país en realizar el trata­miento integral de los efluen­tes cloacales.

Explicaron que su diseño y tecnología permiten un com­pleto filtrado y depuración de los residuos colectados a través de la red de alcantarillado sani­tario, beneficiando directa­mente a 120.000 pobladores de esta ciudad e indirectamente impactará positivamente en la vida de unas 600.000 personas.

Con esta obra se completa la entrega de dos de las tres PTAR previstas en el Programa de Saneamiento Integral de la Bahía y Área Metropolitana de Asunción, ejecutado por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). La primera de ellas, asentada en Varadero, en operación desde marzo del 2021, y la de Bella Vista, cuya conclusión se prevé para el primer trimes­tre del 2023. Las dos ubica­das en Asunción. Además, su puesta en servicio impactará de manera positiva en toda la cuenca del emblemático lago Ypacaraí, seriamente afectado por la contaminación, del cual forma parte como afluente del arroyo Yuquyry.

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Señalaron que la infraestruc­tura de saneamiento en la ciudad universitaria incluye, además de la PTAR, cuatro estaciones de bombeo, la reha­bilitación de 24 kilómetros de tuberías de alcantarillado sanitario y la instalación de 110 kilómetros de nuevas tuberías.

En cuanto a la inversión total, indicaron que suma G. 156.032 millones. Esta cifra incluye la renovación y ampliación de la red de alcantarillado sanitario, la construcción de la PTAR, así como el reasentamiento de un grupo de 40 familias, que ocupaba el predio donde se ubica. A cargo del Consorcio Sanitario San Lorenzo y con la fiscalización del Consorcio Nippon Koei Lac, los trabajos se financiaron con un prés­tamo del Banco Interameri­cano de Desarrollo (BID). El ciclo arranca con una fase de pretratamiento o tratamiento preliminar, durante la cual los residuos sólidos son filtrados mediante un sistema mecani­zado de rejas, que los irá rete­niendo. A continuación, se eli­minan la arena y las grasas, en un proceso de separación lle­vado a cabo en el desarenador/desengrasador.

Una vez libres de estos ele­mentos, los efluentes cloacales reciben un tratamiento para procesar la materia orgánica a través de reactores anaeróbi­cos, filtros biológicos y decan­tadores. Superada esta fase, serán sometidos a una desin­fección antes de su vertido al arroyo San Lorenzo.

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