- Ciudad del Este. Agencia regional.
El sábado pasado, poco antes de la medianoche, fue encontrado el cuerpo sin vida de un hombre dentro de un establecimiento rural en Alto Paraná, con dos heridas de arma blanca, presumiblemente cuchillo, según el reporte de la Subcomisaría 43ª, de la colonia Mbarete, cruce San Roque de Iruña. Se trata de Roque Ramón Cardozo Alderete, de 35 años, quien se desempeñaba como encargado del establecimiento agrícola Azuaga, de la colonia Chacore’i, del distrito de Iruña.
El cuerpo fue encontrado a las 23:45, a raíz del aviso de un vecino. La víctima vivía sola en el mismo establecimiento agrícola, propiedad de Ursonio Azuaga (68), residente en Ciudad del Este, según informó a La Nación/Nación Media el suboficial mayor Nelson Ayala, subjefe de la Comisaría 43ª.
El cuerpo de la víctima fue hallado tendido en el suelo, con el torso desnudo y dos heridas de arma blanca, una en la parte axilar del antebrazo lado izquierdo y la otra en la espalda. El personal policial acudió al lugar con el asistente fiscal de la Unidad Nº 1 de Iruña, Cristian Rojas, y de la médica forense Débora Trento.
Luego de la inspección del cuerpo se diagnosticó como probable causa de muerte “shock hipovolémico producido por herida de arma blanca”. Por disposición fiscal, se procedió al levantamiento del cadáver y fue trasladado hasta el sanatorio Medical Center de Santa Rita, donde se realizarán tomas de muestras para exámenes de laboratorios.
De acuerdo al suboficial mayor Nelson Ayala, por los elementos encontrados en el lugar, la víctima habría estado en compañía de más de una persona, con ingesta de bebidas y las evidencias incluso indican que se preparó para la cena. Refirió que el encargado vivía solo en el lugar y su cuerpo fue encontrado a unos diez metros de donde habría estado con las otras personas, todavía desconocidas.
Se trata de un tinglado en cuyo interior hay una casa donde vivía el encargado y a la vez servía de depósito de muchas maquinarias existentes en el lugar. “Al parecer el cuerpo fue arrastrado hasta el lugar donde encontramos, también había rastros de sangre”, explicó el suboficial Ayala.