Sin lugar a dudas, con amor, paciencia, empatía y compasión se puede llegar muy lejos, sobre todo cuando se trata de niños y niñas. Es lo que el programa Hippy Paraguay demostró en los últimos años, transformando vidas a lo largo del país y que ayer miércoles tuvo su acto de graduación de la primera promoción. El sistema educativo abarca desde los 2 hasta los 5 años, y participan 300 familias, con 29 tutoras en 5 localidades: Luque, Lambaré, Paraguarí, Cambyretá y Chaco.

La directora general de Hippy, Laura Duarte, explicó a La Nación/Nación Media que los niños del Chaco y los del jardín del Centro Educativo Arambé formaron parte de un proyecto piloto en el 2020, cuando probaron con 30 familias para ver si el programa iba a tener el impacto que tiene internacionalmente.

“Realmente fue una cosa que nos impresionó, que no nos esperábamos. Sabíamos que las familias en Paraguay quieren lo mejor para sus hijos, pero muchos, si no la mayoría, no tienen los recursos. Sabíamos y partimos con esa premisa, pero el compromiso que nosotros vimos ya con esas 30 familias es algo que nunca nos vamos a olvidar”, expresó Duarte.

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Manifestó que a partir de esa experiencia hacen una gran apuesta al pasar de 30 a 300 niños, mencionando además la cantidad de gente que ya está en lista de espera a lo largo del país. “Estamos en las 5 localidades y queremos crecer en estas 5 para luego ganar más expertise y poder abarcar muchas más ciudades”, resaltó.

MEJORA VÍNCULO

Duarte enfatizó en lo que la experiencia significó para padres y madres, resaltando que mejora el vínculo con el hijo, con la familia, compartiendo más tiempo juntos. “Ese siempre fue el objetivo: devolverle a las familias paraguayas su rol. Que la educación empieza en casa y luego viene la escuela. Es un día para celebrar la infancia, la familia y un día para celebrar a la educación”, afirmó.

“Niñez es un tiempo en la vida del niño e infancia son aquellos momentos, experiencias que marcan el transitar de ese tiempo. No olvidemos darle infancia a la niñez. No olvidemos ser aquel adulto que hubiéramos querido tener cuando éramos niños y sobre todo que una mirada de amor, puede transformar una vida”, destacó la directora general del programa.

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